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Cómo conservar la lavanda secándola para todo el año

La lavanda es una de las hierbas más populares no solo por su maravillosa fragancia, sino también por su amplio espectro de usos. Desde la aromaterapia, pasando por el arte culinario, hasta la cosmética, la lavanda encuentra su camino en nuestros hogares de muchas maneras diferentes. Pero, ¿cómo conservar su aroma y beneficios durante todo el año? La respuesta es sencilla: secándola correctamente. En este artículo, veremos cómo secar la lavanda para que conserve su fragancia y efectividad.

¿Por qué secar la lavanda?

Antes de adentrarnos en el proceso de secado, es importante entender por qué secar la lavanda. Cuando secas la lavanda correctamente, puedes usarla todo el año. Puedes añadirla a tus tés, crear saquitos aromáticos, o usarla como repelente natural contra las polillas. La lavanda seca también tiene fuertes propiedades antisépticas y antiinflamatorias, lo que la convierte en un excelente ingrediente para la cosmética casera y ungüentos medicinales. Además, la lavanda seca puede servir como decoración en el hogar, añadiendo no solo valor estético, sino también un agradable aroma. La lavanda seca se utiliza a menudo en diversos proyectos artesanales, lo que permite crear regalos originales y fragantes para amigos y familiares.

Cómo y cuándo cosechar la lavanda

El primer paso para un secado exitoso es la cosecha adecuada. Lo mejor es cosechar la lavanda en el momento en que la mayoría de las flores están abiertas, pero algunas aún están cerradas. Esto garantiza que las flores tengan la máxima cantidad de aceites esenciales. El momento ideal para cosechar es por la mañana, después de que el rocío se haya secado, pero antes de que el sol esté demasiado caliente. Corta las flores con tijeras afiladas o un cuchillo justo por encima de donde comienzan las hojas. Si deseas usar la lavanda con fines decorativos, cosecha en la fase en que las flores están completamente abiertas, para que tenga el color y aroma más intensos.

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Preparación para el secado

Después de la cosecha, es importante preparar la lavanda correctamente para el secado. Clasifica las flores recolectadas y elimina cualquier parte dañada o enferma. Luego, haz pequeños ramos de lavanda. Cada ramo debe contener aproximadamente 10-15 tallos para asegurar un secado uniforme. Ata los ramos firmemente con una goma elástica o cuerda; la goma es una mejor opción ya que se encoge durante el secado y mantiene los tallos más firmes. Asegúrate de que los ramos no estén demasiado densos para permitir una buena circulación de aire. Si estás secando una gran cantidad de lavanda, es recomendable preparar varios ramos pequeños para asegurar un secado uniforme de todas las flores.

Métodos para secar la lavanda

Existen varios métodos para secar la lavanda, y cada uno tiene sus ventajas y desventajas. El método más tradicional es el secado al aire, que a menudo se considera la mejor manera de conservar el aroma y el color de la lavanda. Cuelga los ramos de lavanda con las flores hacia abajo en un lugar seco y oscuro con buena circulación de aire. Es importante que el lugar no esté expuesto a la luz solar directa, ya que esto podría causar que el color se desvanezca y se pierda el aroma. El proceso de secado generalmente toma de 2 a 4 semanas. Para aquellos que necesitan resultados más rápidos, el secado en horno es un método adecuado. Precalienta el horno a la temperatura más baja posible (generalmente alrededor de 40-50 °C).

Coloca la lavanda en una bandeja forrada con papel de hornear e introdúcela en el horno. Deja la puerta del horno entreabierta, para que la humedad pueda escapar. Revisa y gira la lavanda regularmente para que se seque de manera uniforme. El proceso de secado no debe durar más de 1-2 horas. Aunque puede sonar sorprendente, también puedes secar la lavanda en el microondas. Este método es el más rápido, pero requiere precaución para evitar el sobrecalentamiento y quemar las flores. Coloca la lavanda entre dos toallas de papel y ponla en el microondas. Configura el microondas a baja potencia y seca en intervalos cortos de 30 segundos, hasta que la lavanda esté seca.

La lavanda está correctamente seca cuando las flores son frágiles y se rompen fácilmente al tocarlas. Los tallos deben ser firmes y secos al tacto. Si las flores aún están flexibles o húmedas, déjalas secar por más tiempo.

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Almacenamiento de la lavanda seca

El almacenamiento adecuado es clave para mantener el aroma y la eficacia de la lavanda seca. Separa las flores secas de los tallos y guárdalas en recipientes herméticos en un lugar seco y oscuro. Los frascos de vidrio son ideales, ya que protegen la lavanda de la humedad y las plagas. Si deseas que la lavanda conserve su aroma el mayor tiempo posible, añade algunos granos de arroz al recipiente para que absorban el exceso de humedad.

Uso de la lavanda seca

Una vez que tengas la lavanda correctamente seca y almacenada, las posibilidades de uso son casi infinitas. La lavanda seca es excelente para la aromaterapia. Puedes añadirla a saquitos aromáticos y colocarlos en el armario, cajones o debajo de la almohada para disfrutar de su fragancia relajante. La lavanda también se utiliza a menudo en cosmética casera debido a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Añade flores secas a jabones, sales de baño o mascarillas faciales para un cuidado natural de la piel.

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La lavanda seca también puede ser utilizada en la cocina. Añádela a productos horneados, postres o tés para un sabor suave y floral. Pero ten cuidado, la lavanda tiene un aroma fuerte, por lo que debe usarse con moderación para no opacar otros ingredientes. La lavanda es un repelente natural efectivo contra polillas y otros insectos. Coloca las flores secas en saquitos y ponlos en armarios y cajones para proteger tu ropa y ropa de cama.

Secar la lavanda es una excelente manera de conservar esta maravillosa hierba durante todo el año. Ya sea que desees usarla para la aromaterapia, la cosmética casera, la cocina o como repelente natural, la lavanda correctamente seca y almacenada te proporcionará muchos beneficios. ¿Por qué no intentarlo? ¿No es una excelente manera de traer un poco de naturaleza a tu hogar?

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