
Cómo limpiar la campana extractora y devolverle el brillo sin químicos ni estrés

Cuando la grasa gobierna la cocina - cómo limpiar eficazmente la campana extractora para que vuelva a respirar
En la cocina moderna, la campana extractora tiene su lugar de honor. No solo elimina el vapor y los olores de la cocción, sino que también ayuda a mantener las paredes, los muebles y la encimera más limpias. Sin embargo, la campana extractora a menudo se convierte en víctima de su propia misión: atrapa suciedad, polvo y, sobre todo, grasa. Aunque a primera vista pueda parecer que el mantenimiento de la campana extractora es un asunto para técnicos, la verdad es mucho más sencilla. Con un poco de esfuerzo, productos comunes del hogar y el enfoque correcto, incluso una campana extractora muy sucia se puede limpiar sin químicos y sin estrés.
¿Por qué es importante limpiar la campana extractora regularmente?
Una campana extractora sucia no solo reduce su rendimiento, sino que también puede convertirse en un riesgo para la salud y la seguridad. La grasa que se acumula en el filtro y en las entrañas del dispositivo, con el tiempo, puede empezar a oler mal, aumentar el riesgo de inflamación y también atraer insectos. Además, al cocinar de nuevo, se libera al aire que respiras en casa.
Según los expertos, la campana extractora debe limpiarse al menos una vez al mes, en un hogar donde se cocina a diario, idealmente incluso con más frecuencia. Un cuidado más exhaustivo incluye no solo limpiar las superficies exteriores, sino también los filtros, las partes internas y, posiblemente, el conducto de ventilación.
¿Cómo limpiar la campana extractora de grasa sin químicos?
Se acabaron los tiempos en los que era necesario recurrir a desengrasantes químicos fuertes que no solo irritan la piel, sino que también dejan marcas en superficies delicadas. Muchas familias hoy en día prefieren soluciones más ecológicas, no solo por el medio ambiente, sino también por su salud y la de sus seres queridos.
Uno de los ayudantes más eficaces del hogar es el bicarbonato de sodio. Sí, el mismo que usamos en la repostería o para limpiar los dientes, puede combatir fácilmente la grasa y los residuos.
Cómo hacerlo: Limpiar la campana extractora con bicarbonato de sodio
Primero, hay que desmontar la campana extractora: generalmente basta con retirar los filtros de grasa (generalmente de metal), que están sujetos con simples clips. Estos filtros suelen ser la principal trampa para la grasa y la suciedad.
En una olla grande con agua (preferiblemente hirviendo), añade varias cucharadas de bicarbonato de sodio y sumerge los filtros en la solución. Verás cómo en pocos minutos la grasa comienza a desprenderse: el agua se tornará marrón y los filtros comenzarán a brillar. En caso de suciedad pesada, es bueno dejar los filtros en remojo hasta media hora y luego frotarlos suavemente con un cepillo o esponja.
El bicarbonato de sodio también se puede usar en las superficies exteriores de la campana extractora. Basta con crear una pasta de bicarbonato y agua y aplicarla en las áreas grasosas. Después de unos minutos de acción, se puede limpiar fácilmente con un paño húmedo. Este método es suave, ecológico y muy eficaz.
¿Cómo limpiar una campana extractora de acero inoxidable para que brille como nueva?
Las superficies de acero inoxidable son hermosas, modernas y a menudo el adorno de la cocina. Pero cuando están cubiertas de huellas grasientas, pierden su atractivo. Limpiar el acero inoxidable requiere un poco de tacto: esponjas ásperas o productos abrasivos pueden rayar la superficie. Sin embargo, incluso aquí puedes arreglártelas con lo que tienes en casa.
El bicarbonato de sodio vuelve a ser el protagonista: en combinación con un poco de jugo de limón o vinagre, crea una pasta eficaz que elimina incluso la grasa seca. Aplícala con un paño suave, pule suavemente y luego limpia con un paño seco. El resultado te sorprenderá: el acero inoxidable brillará sin necesidad de abrillantadores químicos.
Para un brillo extra, puedes usar un poco de aceite de oliva: solo una gota en el paño y un suave pulido. No solo revitalizarás la superficie, sino que también aplicarás una película fina que evitará la acumulación de suciedad en el futuro.
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Historia práctica - cuando la campana extractora dejó de funcionar
La señora Ivana de Brno vive sola, pero cocinar es su gran afición. Cuando notó que su campana extractora dejaba de absorber bien el vapor, asumió que necesitaba un reemplazo. Sin embargo, antes de comprar una nueva, decidió desmontarla. "Me quedé impactada con todo lo que se había acumulado allí durante los años," dice riendo. Después de varias horas con agua caliente, bicarbonato de sodio y una esponja, no solo eliminó una capa de suciedad de un centímetro de la campana extractora, sino que el dispositivo revivió como nuevo. "Desde entonces limpio los filtros cada mes y nunca volvería a dejarlo llegar tan lejos."
Qué no descuidar al limpiar la campana extractora
Aunque el mantenimiento de la campana extractora de la cocina puede parecer sencillo, hay ciertos detalles que es bueno tener en cuenta:
- No limpies los filtros en el lavavajillas, a menos que el fabricante lo recomiende expresamente: algunos modelos pueden dañarse con altas temperaturas o sales agresivas.
- Desconecta la alimentación antes de desmontar las partes internas del dispositivo: la seguridad siempre es lo primero.
- Usa paños y esponjas suaves, especialmente en superficies de acero inoxidable.
- No dejes la grasa mucho tiempo, cuanto más tiempo esté incrustada, más difícil será de quitar.
- No dudes en usar productos naturales, que funcionan igual de bien (y a veces mejor) que los químicos de la tienda.
Cuando el bicarbonato no es suficiente - otros remedios naturales contra la grasa
Además del clásico bicarbonato de sodio, otros ayudantes comúnmente disponibles funcionan de maravilla en la limpieza de la campana extractora. Por ejemplo, el vinagre: no solo desengrasa perfectamente, sino que también desinfecta y elimina olores desagradables, especialmente si se mezcla por partes iguales con agua y se rocía como spray en partes de vidrio o acero inoxidable. Si quieres que la limpieza también huela bien, usa jugo de limón: además, ilumina la superficie. Y si tienes a mano un limpiador a vapor, o al menos una tetera, el vapor te ayudará a disolver la grasa vieja que luego se puede limpiar en un santiamén.
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En última instancia, no es solo importante cómo limpiar la campana extractora, sino más bien cómo crear un hábito para ello. La regularidad es la clave para un mantenimiento fácil. La mayoría de las personas se deciden a limpiar solo cuando ya es demasiado tarde: sin embargo, unos minutos al mes pueden ahorrar horas de trabajo y cientos de coronas en un nuevo electrodoméstico.
Así que la próxima vez que al cocinar tu cocina huela más a aceite quemado que a cena, quizás sea el momento de preguntarte: "¿No es ya hora de limpiar la campana extractora?"