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Descubre una increíble receta de mango sticky rice y sorprende a tus seres queridos.

Mango sticky rice - la leyenda del postre tailandés que puedes hacer en casa

El dulce sabor del mango maduro complementado con arroz pegajoso y leche de coco. Si alguna vez has visitado Tailandia, probablemente hayas probado este postre; y si no, ahora es el momento ideal para remediarlo. Mango sticky rice, conocido en checo como arroz pegajoso con mango, no es solo una delicia para los turistas, sino también una parte integral de la cocina tailandesa. Y lo mejor de todo es que preparar este postre en casa es sorprendentemente fácil.

¿Por qué se ha enamorado el mundo entero del mango sticky rice?

Este postre tradicional tailandés, cuyo nombre se traduce como "arroz pegajoso con mango", combina varios contrastes culinarios. La salsa de coco dulce y cremosa se mezcla con el arroz ligeramente salado, que tiene una estructura inusual pero excelente gracias a su método de preparación especial. Y para completar, el mango jugoso y maduro, que aporta un refrescante contraste afrutado. El resultado es un postre que encanta con su simplicidad y sabores complejos.

En Tailandia, el "arroz pegajoso con mango" (puedes encontrar diferentes variaciones como receta mango sticky rice, receta sticky mango rice o mango sticky rice receta) está comúnmente disponible en los puestos callejeros, especialmente durante la temporada de mango, de abril a junio. Pero el interés por esta receta ha crecido también en las cocinas occidentales, donde la gente ha llegado a amar su exotismo y sabor inusual.

¿Qué necesitas y cómo hacerlo?

La preparación de esta dulce delicia puede parecer complicada, pero en realidad solo necesitas algunos ingredientes básicos. La clave para un resultado perfecto es la elección correcta del arroz y una leche de coco de buena calidad.

Ingredientes:

  • 200 g de arroz pegajoso (también conocido como "sticky rice" o "glutinous rice")
  • 400 ml de leche de coco (preferiblemente entera)
  • 100 g de azúcar (preferiblemente de caña)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 mangos maduros (preferiblemente variedad Nam Dok Mai o Ataulfo)
  • Semillas de sésamo o frijoles mungo para decorar (opcional)

Comienza enjuagando el arroz con agua fría hasta que el agua salga clara, esto elimina el exceso de almidón. Luego, déjalo en remojo idealmente durante la noche, o al menos 4 horas. Esta fase es importante porque permite que el arroz se vuelva pegajoso al cocinarse pero permanezca esponjoso.

Luego, cocina el arroz al vapor; tradicionalmente en Tailandia se cocina en una vaporizadora de bambú, pero también puedes usar una vaporera común colocada sobre una olla con agua. Es importante que el arroz no se cocine en agua, sino solo al vapor.

Mientras tanto, prepara la salsa de coco: en una cacerola, calienta la leche de coco, añade el azúcar y la sal, y mezcla hasta que todo se disuelva. No hiervas, solo calienta, ya que la leche de coco tiende a cuajarse si alcanza temperaturas demasiado altas.

Cuando el arroz esté listo, viértelo con parte de la salsa de coco y déjalo reposar durante 10-15 minutos para que absorba el sabor. Guarda el resto de la salsa para el final.

Corta el mango en rodajas finas y sírvelo junto con el arroz y la salsa de coco. Puedes decorar el postre con sésamo o frijoles mungo ligeramente tostados, que añadirán un agradable crujido.

Un pequeño trozo de Tailandia en tu hogar

Una de las ventajas de esta receta es su adaptabilidad. Si no tienes a mano la variedad tradicional de mango, puedes sustituirla por otra variedad jugosa y dulce, como Kent o Keitt. Si consigues coco fresco, tienes una ventaja, pero una leche de coco en conserva de calidad de tiendas bio como Ferwer también puede hacer maravillas.

Una mejora interesante podría ser añadir un poco de jugo de pandan, que dará al arroz un color verde suave y un ligero aroma que recuerda a la vainilla. En las variantes modernas también aparecen sabores como matcha, agua de rosas o durián, aunque este último es algo controvertido debido a su aroma particular.

Un ejemplo de lo inesperadamente versátil que puede ser este postre es la historia de un chef checo que probó la receta de sticky rice mango por primera vez en un mercado nocturno de Bangkok. Se enamoró inmediatamente de la combinación de sabores y, al regresar a la República Checa, comenzó a preparar el postre en su pequeño café. Hoy en día es uno de los artículos más populares en el menú, y los clientes regresan precisamente por este pequeño trozo de Tailandia.

¿Qué hace tan especial al mango sticky rice?

A primera vista, es una simple combinación de algunos ingredientes. Pero precisamente esa simplicidad permite que cada componente realmente brille. La leche de coco es rica y cremosa, el arroz ligeramente salado y el mango naturalmente dulce y refrescante. Este contraste no solo deleita las papilas gustativas, sino que también ofrece una experiencia interesante, que no se desgasta fácilmente.

Además, desde un punto de vista nutricional, puede sorprender: en comparación con los postres clásicos, no contiene gluten, y si eliges un edulcorante vegetal y leche de coco, puede disfrutarse incluso en una dieta vegana o libre de lactosa.

Como dice un proverbio tailandés: "Quien prueba el mango con arroz, ha conocido el sabor de la vida plena." Ya sea como un dulce final después del almuerzo o como una delicia independiente con café, la receta de mango sticky rice encontrará su camino también hacia tu corazón.

Ya sea que lo busques bajo el nombre receta sticky rice mango o sticky mango arroz receta, el resultado es el mismo: un postre impresionante que es fácil de preparar, sabe delicioso e impresiona a cualquier invitado. Entonces, ¿por qué no alegrar el día con un toque de exotismo que sabe a vacaciones?

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