BDIH

Uno de los signos más utilizados y también uno de los más antiguos de la calidad de los cosméticos naturales es el certificado BDIH - cosméticos naturales controlados (Kontrollierte Naturkosmetik). El BDIH pretende definir el término cosmética natural de forma comprensible para los consumidores. Además, la unificación de las normas para los cosméticos naturales permite una competencia leal entre los distribuidores de cosméticos naturales.

BDIH son las siglas de la asociación alemana sin ánimo de lucro Bundesverband Deutscher Industrie- und Handelsunternehmen für Arzneimittel, Reformwaren, Nahrungserganzungsmittel und kosmetischle Mittel e.V. (Asociación de empresas industriales y comerciales alemanas del sector farmacéutico, de suministros médicos, complementos alimenticios y cuidado personal). Con sede en Mannheim (Alemania), la asociación agrupa a más de 440 fabricantes y minoristas de cosméticos naturales, complementos alimenticios y productos médicos y sanitarios. En 1996, las empresas de productos naturales elaboraron directrices y principios que definen la cosmética natural, con especial atención a la claridad para el consumidor. Ecocontrol, instituto internacional independiente responsable del control y la evaluación de los productos naturales, ya ha sometido a prueba más de 2.000 productos según estas normas, la llamada norma BDIH. Si se cumplen los criterios, el producto se etiqueta con la marca "Cosmética Natural Controlada". Una de las condiciones principales y más importantes para obtener este certificado es el uso exclusivo de ingredientes naturales, en la máxima cantidad posible, procedentes de la agricultura ecológica controlada o de la recolección ecológica en la naturaleza. También se hace gran hincapié en la protección de los animales. La empresa apoya activamente la agricultura ecológica con sus reivindicaciones y hace hincapié en la sostenibilidad ecológica de los materiales de producción y envasado utilizados. Los cosméticos naturales que llevan la marca BDIH no deben contener productos derivados del petróleo (vaselina, parafina), perfumes y colorantes sintéticos, ni conservantes químicos (para la conservación, está permitido utilizar aquellos emulgentes y tensioactivos que se producen a partir de materias primas vegetales, es decir, grasas, ceras, lecitina, etc.). La experimentación con animales está prohibida, y esto se aplica no sólo a los productos finales, sino también a las materias primas. El uso de sustancias específicas se define en una lista de materias primas permitidas que se actualiza periódicamente. http://www.ionc.info/