Cafeto arábigo (Coffea arabica)

El cafeto arábigo, científicamente llamado Coffea arabica, también se conoce como cafeto de Arabia. Esta planta es originaria de la región nororiental de África, concretamente de las zonas de la actual Etiopía y Sudán del Sur. Históricamente, se cultivaba principalmente en la Península Arábiga, de ahí uno de sus nombres. El cafeto arábigo es un cultivo de gran importancia y repercusión mundial, ya que representa hasta el 60 % de la producción total de café del mundo y constituye, por tanto, la base de una enorme industria.

El fruto del cafeto arábigo, a menudo denominado grano de café, es esencial para la producción de diversos tipos de café. Sin embargo, los granos se fermentan primero, se secan, se raspan, se tuestan y luego se muelen para formar café en polvo. Se utiliza sobre todo para preparar café de filtro, espresso, capuchino, café con leche y muchas otras variantes de la popular bebida. Sin embargo, el café también se utiliza como ingrediente en algunos tipos de alcohol, como los licores. Menos conocidos son los usos de los granos de café en cosmética, donde se emplea, por ejemplo, en cremas exfoliantes o como colorante en la industria alimentaria. El tostado de los granos de café también produce posos de café, que pueden utilizarse como fertilizante o repelente de plagas. Debido a su versatilidad, la planta del café Arábica interviene en la producción de una amplia gama de productos y bebidas.