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La ensalada de patatas austriaca con pepino es uno de esos platos que no solo lleva sabor, sino también una historia. En muchas familias de Austria y del sur de Alemania se ha convertido en una parte inseparable de las comidas tradicionales, y aunque a primera vista pueda parecer una simple ensalada de patatas, su preparación y sabor final demuestran lo contrario. Esta ensalada aporta ligereza, frescura y una suave acidez que combina perfectamente, especialmente con carnes asadas, el escalope vienés o como una cena ligera de verano. Lo que la diferencia de la versión checa de la ensalada de patatas es la ausencia de mayonesa y el énfasis en la simplicidad, ingredientes saludables y el equilibrio de sabores.

El secreto de la ensalada de patatas austriaca

La base de esta ensalada son las patatas de tipo firme, preferiblemente del tipo A o A/B, que mantienen su forma incluso después de cocidas y cortadas. Un componente importante es también el pepino cortado finamente, que le da a la ensalada frescura y crujido. El aderezo se basa en una combinación sutil de cebolla, caldo, vinagre, mostaza y a veces un poco de azúcar, que crea el característico sabor agridulce. A diferencia de la versión checa, la ensalada no se une con mayonesa, sino con caldo, que se absorbe en las patatas y les da un sabor marcado, pero ligero.

La ensalada de patatas austriaca con pepino generalmente se sirve tibia o a temperatura ambiente, lo que la convierte en un gran acompañante en picnics, fiestas al aire libre o como guarnición de un plato principal. Además, es un plato que mejora con el tiempo: cuando la ensalada reposa durante varias horas, los sabores se integran maravillosamente y el resultado es aún más pronunciado.

Ingredientes clave y su importancia

Además de las patatas y el pepino, la cebolla finamente picada juega un papel importante en la receta, generalmente blanca o roja. Para una mejor digestibilidad, a veces se escaldan con caldo caliente o vinagre, lo que les da un sabor más suave. Las hierbas como el cebollino o el perejil se añaden al final, para mantener su frescura y color.

En cuanto al caldo, lo ideal es un caldo de verduras o carne sin aditivos artificiales, preferiblemente casero. El condimento con sal, pimienta blanca, vinagre de manzana o de vino y un poco de aceite vegetal de calidad (como de colza o girasol) crea la base de sabor que se desarrolla gradualmente en la ensalada.

Es interesante que en algunas regiones se añade una cucharadita de mostaza o incluso una gota de aceite de calabaza a la ensalada, especialmente en Estiria. La ensalada así adquiere un ligero aroma a nuez y un color más oscuro, que puede sorprender, pero deleita al paladar.

La aproximación austriaca a la cocina

La cocina austriaca se basa en la honestidad, la frescura y el respeto por los ingredientes de temporada. Aunque las recetas se transmiten de generación en generación, no temen adaptarse a las tendencias modernas, como el esfuerzo por comidas más ligeras y saludables. Esto es evidente precisamente en este tipo de ensalada de patatas, que se puede preparar fácilmente en una versión completamente vegetal, sin perder nada de su autenticidad.

En una época en la que cada vez más personas buscan alternativas a las ensaladas pesadas con mayonesa, la ensalada de patatas austriaca con pepino representa una variante más saludable, que es a la vez rica en sabor y nutritiva. En combinación con patatas de calidad y caldo casero, además es un plato con una huella ecológica mínima, lo que es un factor decisivo en la alimentación sostenible.

Excelente también como plato principal

Aunque a menudo se sirve como guarnición, no hay razón para que esta ensalada no pueda ser un plato por sí mismo. Si se le añade, por ejemplo, huevo cocido, garbanzos asados, trozos de tofu o tempeh ahumado, se convierte en un plato equilibrado y completo que sacia y al mismo tiempo no carga el organismo. Los amantes de los alimentos fermentados pueden enriquecer la ensalada con una cucharada de chucrut o kimchi: los sabores se complementan excelentemente y al mismo tiempo apoyan la salud de la microbiota intestinal.

En los meses de verano, cuando la mayoría de la gente prefiere comidas ligeras y refrescantes, esta ensalada es la elección ideal. El pepino aporta hidratación, las patatas energía y la combinación general es tanto nutricionalmente valiosa como satisfactoria al paladar. Además, gracias a la ausencia de productos lácteos y huevos, es naturalmente vegana, lo que aprecian las personas con alergias o quienes evitan productos de origen animal.

Una historia real: cómo una ensalada unió a una familia

Imaginemos una situación concreta de la vida cotidiana. En una barbacoa de fin de semana con amigos en una cabaña, se reunieron varias familias. Cada quien trajo algo: alguien un pan casero, otro mermelada, otros brochetas de verduras. Una señora, originaria de Viena, trajo un cuenco de ensalada, que inmediatamente llamó la atención por su color y aroma. A primera vista, patatas comunes, pero el sabor era sorprendentemente equilibrado, ligero y refrescantemente ácido. Incluso a los niños les gustó, que normalmente no son muy aficionados a la ensalada de patatas.

Cuando se preguntó sobre la receta, la señora simplemente comentó: "Esta es la tradicional Erdäpfelsalat, como lo hacía mi abuela: sin mayonesa, pero con amor." Y tal vez eso sea lo más importante: que incluso una comida sencilla, preparada con respeto por los ingredientes de calidad y con corazón, puede traer alegría y unir a las personas en una misma mesa.

Cómo preparar la ensalada de patatas austriaca con pepino en casa

Aunque este artículo no pretende ser un libro de cocina, puede ser útil ofrecer un resumen breve de cómo hacerlo:

Procedimiento básico:

  1. Cocer patatas firmes con piel, pelar y cortar en rodajas finas.
  2. Mientras tanto, preparar un aderezo con caldo, vinagre, mostaza, azúcar, sal y pimienta. Hervir brevemente con cebolla picada finamente.
  3. Verter el aderezo aún caliente sobre las patatas y mezclar, para que se absorba.
  4. Añadir el pepino cortado en rodajas finas (fresco o en conserva), hierbas finas y, si se desea, una cucharadita de aceite.
  5. Dejar reposar al menos una hora, idealmente a temperatura ambiente.

Esta ensalada se puede preparar incluso el día anterior y solo calentarla ligeramente para liberar aromas y sabores. Es prueba de que la simplicidad es a veces la mayor fuerza culinaria.

Como escribió una vez el escritor austriaco Peter Rosegger: "Las personas no necesitan mucho para ser felices. Solo buena comida, sol sobre la cabeza y alguien con quien compartirlo todo." La ensalada de patatas austriaca con pepino es precisamente un plato así: simple, honesto y compartido.

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