
Macecha cortes, una receta favorita que te encantará

Macecha řezy - una receta que huele a hogar y recuerdos
Entre los postres tradicionales checos, hay algunos clásicos que, aunque no aparecen en los perfiles de Instagram de moda, los encontramos regularmente en celebraciones familiares, festividades o visitas dominicales a la casa de la abuela. Uno de ellos son los macecha řezy – un nombre peculiar que esconde un postre sorprendentemente simple y a la vez rico, digno de un lugar en cada hogar.
¿Qué son exactamente los "macecha řezy"?
Este nombre específico puede sonar a una receta olvidada de un viejo libro de cocina, pero los "macecha řezy" tienen una sorprendente base de seguidores. Se trata de un pastel jugoso y sencillo horneado en una bandeja grande, cuya base es una masa oscura con cacao y una capa superior de mezcla de queso o masa clara. Este contraste de capas oscuras y claras dio origen al nombre "macecha" – una metáfora basada en la división de colores y cierta "dualidad" del postre. Algunos dicen que la base oscura representa a la madrastra, mientras que la parte clara al niño inocente.
Sea cual sea el simbolismo detrás del nombre, el hecho es que es un pastel muy popular y fácil de adaptar, que se transmite de generación en generación en las cocinas checas.
Receta de taza que cualquiera puede hacer
Una variante popular es la llamada macecha řezy hrníčkové, una receta donde los ingredientes no se miden en una báscula, sino con una taza de cuarto de litro – lo cual es apreciado por todos aquellos que no tienen una báscula de cocina o no les gusta perder tiempo pesando ingredientes. Además, es una excelente manera de involucrar a los niños en la repostería. El estilo de taza es claro, rápido y casi infalible.
La receta varía en pequeños matices según la región y las costumbres familiares. Algunas versiones usan kefír en la masa, otras leche o crema agria. El queso puede ser de vainilla, saborizado con limón o mezclado con pudín. Y es precisamente en estos detalles donde reside su encanto – cada uno puede encontrar su "macecha" favorita.
Una de las versiones probadas para macecha řezy en una bandeja grande al estilo de taza puede ser la siguiente:
Ingredientes para la masa oscura:
- 2 tazas de harina semi gruesa
- 1 taza de azúcar granulada
- 1 taza de leche o kefír
- media taza de aceite
- 2 cucharadas de cacao
- 1 polvo de hornear
- 2 huevos
Relleno (capa clara):
- 2 tarrinas de queso blando
- 1 huevo
- media taza de azúcar glas
- azúcar de vainilla
- ralladura de limón (opcional)
Todos los ingredientes para la masa oscura se mezclan simplemente en un bol y se vierten en una bandeja engrasada y enharinada. El relleno de queso se extiende por encima – ya sea con una cuchara en montones irregulares o de manera uniforme como una capa continua. Después de hornear (aproximadamente 30–35 minutos a 180 °C) se obtiene un corte de dos colores contrastantes, que no solo es sabroso sino también visualmente interesante.
¿Por qué son tan populares los "macecha řezy"?
Hay varias razones. Simplicidad, que no requiere técnicas complicadas ni ingredientes especiales. Rapidez de preparación – en menos de una hora está horneado y limpio. Pero sobre todo – el pastel es delicioso. No es demasiado dulce, es jugoso, ligeramente achocolatado y gracias al queso no se trata de un pastel seco y "asfixiante", sino de un postre que se puede servir incluso a las visitas.
Uno de los momentos favoritos en que los "macecha řezy" hacen su aparición son los eventos escolares o las reposterías comunitarias. Un ejemplo típico: un mercadillo escolar en una pequeña localidad de Vysočina. Las mamás traían sus delicias horneadas y mientras los brownies y los modernos cupcakes quedaban casi intactos, los "macecha řezy" se vendieron en veinte minutos. Los niños elogiaban "lo esponjoso del queso" y los adultos apreciaban que no eran excesivamente dulces.
Variaciones según el gusto y la temporada
Los "macecha řezy" se pueden adaptar para que se ajusten a la temporada o al gusto actual. En verano, se añaden arándanos frescos, frambuesas o albaricoques picados al queso. En otoño, el pastel combina bien con manzanas o peras ralladas. En invierno, a veces se añade una pizca de canela o esencia de ron a la masa para un aroma cálido.
Una de las variantes menos conocidas pero muy sabrosas utiliza queso mezclado con pudín de vainilla – creando una capa más esponjosa que al hornearse se solidifica hermosamente y al mismo tiempo permanece jugosa. Para ocasiones más festivas, los cortes se cubren con cobertura de chocolate o se espolvorean con coco rallado después de enfriar.
Su versatilidad recuerda las palabras del conocido chef checo Jiří Štift: "Las mejores recetas no son las complicadas, sino las que se pueden compartir."
Cortes que unen generaciones
Los "macecha řezy" no son solo un manjar, también son una conexión entre generaciones. A los niños les encantan porque son dulces y jugosos. Los adultos los recuerdan de su infancia, a menudo como el postre dominical de la abuela. ¿Y las abuelas? Los hornean casi de memoria, porque conocen la receta de memoria.
Además, son ideales para cualquier evento más grande – la receta de "macecha řezy" para una bandeja grande rinde fácilmente para diez o más porciones. Y si por casualidad quedan algunos trozos para el día siguiente, saben aún mejor que recién horneados. El relleno de queso humedece la masa y el pastel casi se deshace en la boca.
Curiosamente, la receta no es exclusivamente checa. Pasteles por capas similares se hornean también en otros países de Europa Central – en Eslovaquia se conoce como "pastel en capas", en Polonia existe una versión llamada "murzynek z serem". Sin embargo, la versión checa es única no solo por su nombre, sino también por su simplicidad con tazas.
Cuando la simplicidad se combina con la tradición
Aunque hoy en día se prefieran postres con nombres exóticos, alternativas veganas y tartas crudas, los "macecha řezy" tienen su lugar asegurado en las mesas y en los corazones de las personas. Quizás porque nos recuerdan una época en la que el postre era el resultado del cuidado hogareño, no de la gastronomía complicada.
Este pastel es prueba de que el verdadero sabor no necesita técnicas complicadas ni ingredientes caros. Solo se necesitan unos pocos ingredientes simples, un poco de tiempo y el deseo de crear algo que huela a hogar. Y eso es lo que convierte a los "macecha řezy" en más que un postre – se convierten en un pequeño ritual que conecta sabores, recuerdos y tradiciones familiares.