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Cómo hacer el auténtico pastel de Praga según nuestras abuelas

El pastel de Praga y su regreso a las cocinas checas

Basta con mirar una foto de una celebración familiar o una mesa de boda de los años ochenta y ahí está. Discreto, tal vez un poco olvidado, pero siempre seguro: el pastel de Praga. A menudo colocado junto a los rosquillas y los merengues, solía ser un símbolo de la repostería casera que llevaba consigo honestidad, simplicidad y un sabor que uno recuerda. Hoy este postre tradicional vuelve a estar en el centro de atención, con nostalgia pero también con un enfoque moderno. Y no es de extrañar. La combinación de masa suave fermentada, una delicada crema de pudín y una cubierta de migas de mantequilla crea algo que merece ser llamado el “mejor pastel de Praga”.

¿Qué es en realidad el pastel de Praga?

El pastel de Praga no es solo otro dulce horneado. Es una de esas recetas que se transmitían de generación en generación, de abuela a madre, de madre a hija. Sin embargo, hasta el día de hoy muchas personas tienen problemas para describir exactamente qué lleva. Básicamente, es un pastel fermentado relleno de crema de pudín de vainilla, cubierto con una capa de migas de mantequilla y, a veces, ligeramente espolvoreado con azúcar después de horneado. No es un bizcocho, no es un strudel, y eso es lo que lo hace único.

Es precisamente la crema de pudín lo que lo diferencia de los clásicos pasteles moravos con mermelada o requesón. Le da al pastel una suavidad y delicadeza que, combinada con la masa de mantequilla, crea un sabor inconfundible. Y aunque puede parecer modesto, cuando se hace correctamente, se convierte en un postre digno de una mesa festiva.

Pastel de Praga original

La autenticidad es una palabra de moda hoy en día, pero en el caso de las recetas tradicionales tiene su justificación. Si piensas en cómo preparar el pastel de Praga según la receta original, debes seguir algunos principios. Al igual que con otros platos históricos, hay pequeñas variaciones regionales o familiares, pero la base es más o menos inmutable:

  • La masa debe ser fermentada, suave y de mantequilla.
  • El relleno consiste en pudín de vainilla, idealmente no de polvo, sino preparado en casa a base de leche, yemas, almidón y vainilla auténtica.
  • La cobertura de migas es clásica, hecha de mantequilla, harina y azúcar.
  • El horneado se realiza en un molde grande y redondo, y el pastel se corta como un pastel después de enfriarse.

Algunas versiones modernas apuestan por añadir sabor de cáscara de limón en la crema o una pizca de nuez moscada en la masa, pero estas modificaciones no deberían ser a expensas de la armonía delicada del sabor original.

Una testigo, la señora Marie de Benešov, recuerda: "Mi madre horneaba el pastel de Praga todos los domingos. Ponía la masa a fermentar por la mañana y para cuando volvíamos de la iglesia, estaba perfectamente fermentada. Hacía la crema con leche y huevos caseros, y el pastel a menudo nos duraba solo hasta el lunes."

Cómo hornear el mejor pastel de Praga en casa

Aunque pueda parecer complicado, la receta del pastel de Praga con crema de pudín es manejable incluso para los panaderos principiantes con un poco de paciencia. La clave del éxito son los ingredientes de calidad: mantequilla fresca, leche entera, vainilla, levadura genuina. En muchos hogares, este pastel es símbolo de la tranquilidad del fin de semana, cuando toda la cocina huele y los niños esperan impacientes a que el pastel se enfríe un poco.

¿Y si no te atreves con la masa fermentada? También hay solución. Hoy en día, muchas personas experimentan con masas más simples, como con requesón o yogur, pero el resultado nunca será tan rico y aireado como el clásico.

Aquí tienes una guía rápida para preparar un pastel que sabe como el que recuerdas de tu infancia:

Ingredientes:

  • 500 g de harina de trigo
  • 250 ml de leche
  • 100 g de azúcar
  • 1 cubo de levadura (42 g)
  • 2 yemas
  • 100 g de mantequilla derretida
  • una pizca de sal
  • cáscara de 1 limón

Para la crema:

  • 500 ml de leche
  • 2 yemas
  • 60 g de azúcar
  • 1 vaina de vainilla o una cucharadita de vainilla auténtica
  • 40 g de almidón de maíz

Para la cobertura de migas:

  • 100 g de harina de trigo grueso
  • 70 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar

Deja que la masa fermente durante al menos una hora, luego extiéndela en un molde engrasado con mantequilla. Cocina la crema, deja que se enfríe ligeramente y extiéndela uniformemente sobre la masa. Finalmente, espolvorea con la cobertura de migas y hornea hasta que esté dorado, aproximadamente 35 minutos a 180 °C.

¿Por qué el pastel de Praga vuelve a estar de moda?

En una época en la que las tiendas están llenas de pasteles con aceite de palma y saborizantes, aumenta el interés por las recetas tradicionales y caseras. Las personas buscan el sabor que conocen de su infancia y al mismo tiempo regresan a ingredientes de calidad. Además, el pastel de Praga se adapta perfectamente al concepto de horneado lento: sin prisas, solo el placer de crear.

Además, se conserva bien, es adecuado para tomar con café, en el desayuno o como merienda para las visitas. Y su apariencia elegante invita a la creatividad: algunas amas de casa lo decoran con almendras laminadas, otras añaden un poco de ron a la crema o un topping de frambuesa por encima.

Las redes sociales también han jugado un papel importante, donde comenzaron a aparecer fotos con el hashtag #prazskykolac. Las recetas se comparten, las fotos de los pasteles reciben cientos de "me gusta" y la generación más joven descubre el encanto de este postre retro.

Un pequeño consejo para terminar

Hoy en día, cuando las cestas de regalo están llenas de chocolates del supermercado y las flores a menudo no tienen aroma, un pastel de Praga casero puede ser un regalo original y personal. Envuélvelo en papel de hornear, átalo con una cinta de yute y añade un mensaje con la receta. No solo harás feliz a alguien, sino que quizás inspires a otra persona a recordar cómo sabe un hogar auténtico.

Quizás por eso tantas personas hoy en día preguntan cómo hornear el "pastel de Praga original". La respuesta es simple: con amor, paciencia y respeto por lo que existía mucho antes que nosotros.

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