
Prepare la mejor receta de cordero y sorprenda a sus invitados

La mejor receta de cordero: tradición, sabor y sostenibilidad en uno
La carne de cordero sigue siendo un tesoro algo olvidado para muchos checos. Aunque en el extranjero es una parte común de la dieta, especialmente en el Mediterráneo, Oriente Medio o Inglaterra, en las cocinas checas aparece más bien en ocasiones festivas. Es una pena, porque el cordero no solo tiene un sabor distintivo, sino también un alto valor nutricional, y si proviene de granjas locales, puede ser una opción muy sostenible.
Buscar la mejor receta de cordero no solo es una aventura culinaria, sino también un camino hacia una cocina más consciente. ¿Qué hace que una receta sea realmente excepcional? Es la combinación de carne de calidad, ingredientes pensados y una cocción lenta que transforma la carne en un manjar que se deshace en la boca. Además, si al cocinar prestamos atención al origen de los alimentos, respetamos tanto las tradiciones como la naturaleza.
¿Por qué incluir más cordero en el menú?
La carne de cordero es muy rica nutricionalmente, contiene una alta cantidad de proteínas, hierro, zinc y vitamina B12. Es fácilmente digestible y, con la preparación adecuada, tiene un sabor suave que se combina fácilmente con diferentes hierbas y verduras. En comparación con la carne de res o de cerdo, el cordero también tiene un menor contenido de grasas no saludables y a menudo proviene de granjas más pequeñas y ecológicas. Desde un punto de vista ético, a menudo se trata de carne de animales criados al aire libre, donde los animales viven en un entorno natural y no son alimentados con piensos industriales.
La mayoría de las personas que prueban el cordero por primera vez temen su olor característico o su sabor más fuerte. Sin embargo, estas características son indicativas de carne de calidad. Con la preparación adecuada, además, el sabor del cordero se puede suavizar maravillosamente, por ejemplo, con ajo, romero, limón o vino tinto.
Receta tradicional que no decepciona: cordero asado lentamente con ajo y hierbas
Cuando se dice "la mejor receta de cordero", para muchas personas significa volver a la cocción lenta, donde la carne tiene tiempo para liberar su jugosidad y aroma naturales. Esa sensación, cuando un trozo de carne suave con aroma a romero y ajo asado se deshace bajo el tenedor, es la razón por la que la gente vuelve a esta receta una y otra vez.
Lo que necesitarás:
- 1 pierna de cordero entera (aprox. 2–3 kg)
- 10 dientes de ajo
- Romero fresco y tomillo
- Sal marina, pimienta recién molida
- Aceite de oliva (virgen extra)
- 150 ml de vino blanco seco
- 1 limón (para el jugo y la ralladura)
- Verduras para condimentar (zanahoria, apio, perejil)
- Opcional: unas gotas de miel para caramelizar la superficie
Primero, sazona bien la pierna de cordero con sal y pimienta. Corta los dientes de ajo a la mitad y, con la ayuda de un cuchillo, haz pequeños cortes en la carne donde insertarás las mitades. Entre los ajos, puedes añadir algunas hojas de romero. Unta la pierna con aceite de oliva y deja reposar al menos dos horas, preferiblemente durante la noche. Mientras tanto, prepara la base: corta las verduras en trozos grandes y colócalas en el fondo de una bandeja para hornear, y añade el vino y un poco de agua. Coloca la pierna sobre la cama de verduras y hornea cubierta a 150 °C durante aproximadamente 3 a 4 horas. Los últimos 30 minutos, destapa, aumenta la temperatura y deja que la carne se dore.
Este método de preparación no solo es sencillo, sino también muy efectivo. El resultado es una carne perfectamente tierna con una corteza crujiente, que es ideal, por ejemplo, con puré de papas con mantequilla y cebollino o con verduras de raíz asadas.
Cordero en la cocina moderna: inspiración del mundo
Mientras que las recetas tradicionales checas de cordero a menudo se basan en recetas campesinas, los enfoques modernos traen combinaciones de sabores frescos. En la cocina griega, por ejemplo, es popular el cordero con limón y orégano, a menudo servido con papas asadas. En la cocina marroquí, se utilizan comúnmente mezclas de especias como harissa o ras el hanout, complementadas con albaricoques secos y garbanzos. Estas combinaciones crean un sabor dulce y picante que complementa maravillosamente al cordero.
Un ejemplo es una joven familia de Brno que decidió experimentar un poco con la cocina casera durante la pandemia. "Nunca habíamos cocinado cordero, pero cuando nos encontramos con una receta con miel, dátiles y canela, decidimos probarla. El resultado nos encantó tanto que incorporamos el cordero en nuestro menú de forma permanente", confiesa la señora Martina. Historias como estas muestran que incluso ingredientes menos conocidos pueden encontrar su camino en la cocina diaria si les damos una oportunidad.
El cordero también es una excelente opción para los amantes del enfoque de cero desperdicio. Del jugo de cocción se puede preparar un caldo fuerte, la carne sobrante se puede usar en risotto o sándwiches, y los huesos sirven como base para un caldo casero. Esto reduce la cantidad de residuos y, al mismo tiempo, ahorra presupuesto, lo cual es otra razón para pensar más a menudo en el cordero.
¿Dónde comprar cordero de calidad y qué tener en cuenta?
La disponibilidad de carne de cordero en nuestro país no es tan amplia como la de otros tipos, pero la situación está mejorando. Además de las carnicerías especializadas y los mercados de agricultores, también están apareciendo tiendas en línea ecológicas que ofrecen cordero orgánico de granjeros locales. Al comprar, es bueno preguntar por el origen de la carne: lo ideal es carne de animales criados al aire libre, donde pastan en praderas y no están expuestos al estrés ni a aditivos químicos.
Un buen indicador de calidad es también el color: el cordero debería tener un tono rojo claro, un marmoleo fino de grasa y un olor fresco. Si la carne huele mal o es demasiado oscura, es mejor no comprarla. Un enfoque sostenible para comprar carne se basa no solo en la ética, sino también en el sentido común y la experiencia del sabor.
Como señaló acertadamente el chef británico Hugh Fearnley-Whittingstall: "La comida debe ser un placer, pero también una responsabilidad. Cada bocado es una elección que da forma al mundo." Y precisamente la carne de cordero puede ser uno de esos pequeños pero importantes pasos hacia un equilibrio entre el sabor, la salud y el respeto por la naturaleza.
En una época en la que cada vez más personas se interesan por saber de dónde provienen sus alimentos, cómo fueron producidos y cuál es su impacto en el medio ambiente, la carne de cordero de origen local puede ser no solo una delicia, sino también un manifiesto de cambio. La cocina sostenible no comienza con recetas complicadas, sino con decisiones simples, y una de ellas puede ser precisamente dar una oportunidad al cordero.