
La sensación de náuseas es común, pero ¿qué la causa realmente?

Cuando te sientes mal pero no vomitas - ¿qué causa náuseas sin vómito?
Las náuseas son una de las sensaciones corporales más desagradables con las que una persona puede lidiar. La sensación de que el estómago se revuelve, aunque en realidad no vomites, puede ser agotadora, estresante y a veces confusa. Ya sea un estado temporal o un problema recurrente, sentirse con ganas de vomitar sin realmente hacerlo tiene muchas causas posibles, que van desde las psicológicas hasta las hormonales y digestivas.
En la sociedad a menudo se asume automáticamente que si alguien se siente mal, está embarazado, intoxicado o tiene un virus estomacal. Pero la realidad es mucho más variada. Sentirse con ganas de vomitar, pero sin vomitar, puede ser una señal de diversos problemas corporales y mentales: algunos son triviales, mientras que otros requieren atención médica.
Cuando el estómago protesta, pero sigue "aguantando"
Muchas personas experimentan náuseas que nunca se convierten en vómito. Este estado a menudo se describe como una presión extraña en el estómago, cosquilleo en la garganta o una molesta "hinchazón" del abdomen. Puede aparecer después de comer, al conducir, durante períodos de estrés o incluso sin causa aparente. El vómito en sí mismo es considerado por el cuerpo como un mecanismo de defensa: deshacerse de una sustancia dañina o de la presión. Sin embargo, si no ocurre, puede ser una interacción más compleja entre el cerebro, la digestión y el sistema nervioso.
Uno de los culpables comunes es la dispepsia funcional, es decir, problemas digestivos crónicos sin una causa clara. Este estado afecta hasta al 20% de la población y entre los síntomas se incluye náuseas sin vómito. Otra causa común es la enfermedad por reflujo gastroesofágico, donde el ácido del estómago regresa al esófago causando acidez, presión en el pecho y precisamente esa sensación de náuseas. Es interesante que estos síntomas pueden empeorar al acostarse o después de una comida pesada, típicamente por la noche.
En algunas personas, las náuseas pueden ser causadas por un bajo nivel de azúcar en la sangre (hipoglucemia). Esto es bien conocido por aquellos que siguen dietas estrictas o se saltan comidas. En tales casos, el cuerpo pide energía y lo señala de esta manera. Un pequeño refrigerio con proteínas o carbohidratos complejos puede ayudar.
Náuseas y emociones
No todos se dan cuenta de cuán fuertemente está conectada la psique con el sistema digestivo. El sistema nervioso en el abdomen, a veces llamado "segundo cerebro", contiene millones de terminaciones nerviosas y produce una cantidad de neurotransmisores, como la serotonina. El estrés, la ansiedad o incluso la tristeza reprimida pueden tener un impacto directo en el estómago y provocar una sensación de náuseas, aunque nunca se vomite.
Un ejemplo típico es el estado antes de un examen o una reunión importante. El estómago se "contrae", la persona tiene sudor frío, temblores y respiración acelerada. En algunos casos, sin embargo, este modelo de estrés persiste a largo plazo: en personas que sufren de trastorno de ansiedad generalizada, ataques de pánico o estrés postraumático. Las náuseas crónicas pueden ser entonces una de las principales manifestaciones de la carga psicológica, que requiere ayuda profesional.
Es interesante que algunos estudios sugieren una conexión entre la depresión y los frecuentes problemas estomacales, incluidas las náuseas. El cerebro y los intestinos están más conectados de lo que la mayoría de la gente piensa. Por lo tanto, no es inusual que el malestar psicológico se manifieste precisamente a través de la digestión.
Cuando el estómago reacciona a una nueva vida
Una de las asociaciones más comunes con las náuseas es el embarazo, y no es de extrañar. En las mujeres en las primeras semanas de embarazo, la sensación de náuseas pero sin vomitar es muy común. En algunos casos, se trata de las llamadas náuseas matutinas, que pueden aparecer en cualquier momento del día. Estos síntomas suelen aparecer principalmente en el primer trimestre y están relacionados con el aumento repentino de hormonas, especialmente hCG (gonadotropina coriónica humana) y estrógenos.
Para algunas mujeres, las náuseas del embarazo son más bien una molestia que desaparece después de unas semanas. En otras, puede durar más tiempo o empeorar con ciertos olores, alimentos o incluso al conducir. Es importante mencionar que no todas las mujeres embarazadas realmente vomitan: muchas experimentan solo malestar estomacal, presión en el abdomen o episodios de náuseas sin que ocurra vaciado del estómago.
Por ejemplo, Klára, 29 años, describe sus primeras semanas de embarazo de esta manera: "Cada mañana me despertaba sintiéndome mal, como si tuviera resaca. Pero nunca vomitaba. Solo el estómago estaba como si estuviera en el agua. Me ayudaba comer algunas galletas justo al despertar."
Este enfoque, comer algo pequeño antes de levantarse de la cama, también es recomendado por muchos ginecólogos. Comer pequeñas porciones durante el día, beber suficientes líquidos y evitar los desencadenantes (como perfumes fuertes o alimentos fritos) puede aliviar significativamente los síntomas.
Náuseas como síntoma de intolerancia o alergia
Otra causa, que hoy en día es reconocida por cada vez más personas, puede ser la intolerancia o alergia alimentaria. No se trata solo de la conocida intolerancia a la lactosa o celiaquía, sino también de reacciones menos evidentes a alimentos ricos en histamina, gluten o alcohol. En algunas personas, puede aparecer una leve náusea después de consumir ciertos alimentos, sin que se produzca vómito. La sospecha de intolerancia alimentaria debe ser consultada con un médico y, si es necesario, someterse a una dieta de eliminación o pruebas de laboratorio.
Es interesante que incluso el exceso de cafeína, especialmente con el estómago vacío, puede causar náuseas sin vómito. Del mismo modo, algunas vitaminas, típicamente el hierro, son conocidas por su efecto irritante en el estómago. Si una persona nota que se siente mal después de una pastilla o bebida específica, puede ser un problema relativamente fácil de resolver.
¿Qué puede ayudar con las náuseas sin vómito?
Primero, es importante comprender los posibles desencadenantes y tratar de evitarlos. Si las náuseas ocurren después de comer algo específico, en una situación o en un momento determinado del día, es bueno llevar un diario sencillo: qué se comió, cómo fue el día, qué emociones se experimentaron. A menudo, de esta manera se pueden encontrar patrones.
De los métodos naturales, las personas suelen recurrir al jengibre, ya sea en forma de té, caramelo o cápsula. El jengibre tiene un efecto beneficioso en el estómago y reduce las náuseas, incluso en mujeres embarazadas. La menta también puede ser un buen aliado, ya que calma el tracto digestivo y alivia la tensión. Especialmente en las causas psicógenas, pueden ayudar las técnicas de respiración profunda, meditación, yoga o aromaterapia.
En algunos casos, sin embargo, una visita al médico es necesaria, si las náuseas duran más de unos pocos días, están acompañadas de fatiga significativa, dolor abdominal, pérdida de peso u otros síntomas inusuales. Las náuseas sin vómito no deben subestimarse, especialmente si afectan la calidad de vida.
Quizás precisamente porque es un síntoma "invisible", que a menudo no se puede explicar o mostrar fácilmente, las náuseas sin vómito tienden a ser pasadas por alto. Pero como dijo la autora Susan Sontag: "La enfermedad es la noche oscura del alma: todos pasan por ella alguna vez." Y si esa noche llega en forma de una persistente sensación de náuseas, merece comprensión, cuidado y atención.