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Käsespätzle - el sabor tradicional de los Alpes que ha conquistado también las cocinas checas

En una época en la que la gastronomía mundial se mezcla y conecta más rápido que nunca, las recetas antiguas están encontrando una nueva vida. Uno de esos tesoros es el Käsespätzle, un plato nutritivo y reconfortante originario de las regiones alpinas de habla alemana, que por su simplicidad, consistencia y sabor irresistible está ganando corazones y platos más allá de Austria, Alemania o Suiza. ¿Cómo llegó este plato sencillo a las casas checas y cuál es su verdadero encanto?

¿Qué es realmente el Käsespätzle?

El Käsespätzle, a menudo referido como la versión alpina de mac & cheese, son pasta casera mezclada con queso y cebolla frita. Originalmente un plato de campesinos pobres, hoy se puede encontrar tanto en cabañas alpinas como en restaurantes con estrellas Michelin. La palabra Spätzle se traduce libremente como "pajaritos", haciendo referencia a la forma de los pequeños fideos. Se elaboran raspando la masa en agua hirviendo, tradicionalmente con un cuchillo desde una tabla, aunque hoy en día se utiliza más a menudo un colador o una prensa especial.

La receta básica de Käse-Spätzle es sencilla: pasta, queso, cebolla. Pero es precisamente en la simplicidad donde radica su fuerza. La combinación de pasta recién hecha, queso alpino consistente y cebolla caramelizada crujiente crea una perfecta armonía de sabores y texturas. Su origen se encuentra en la región de Suabia y Allgäu, aunque también se preparan versiones similares en Tirol, Vorarlberg o en parte de Suiza.

En el mundo de habla alemana encontramos diferentes nombres – Käsknöpfle, Chäschnöpfli o Kasspatzn – pero el sabor siempre es similar: pleno, con sabor a queso y un toque de hogar.

El secreto de una gran receta de Käsespätzle

La receta de Käsespätzle no es complicada, lo importante es usar ingredientes de calidad y no tener miedo de dedicar tiempo a la preparación. La masa tradicional se hace con harina fina, huevos, sal y un poco de agua o leche. La consistencia debe ser espesa, casi como la de un panqueque. Luego, la masa se presiona en agua hirviendo y los ñoquis se cocinan hasta que flotan. La clave es luego el armado en capas: la pasta se mezcla con el queso (preferiblemente Bergkäse, Emmental o Appenzeller), se coloca en una fuente para hornear y se gratina hasta que esté cremoso.

Por encima se coloca cebolla frita dorada, que añade tanto un contraste de sabor como textura al plato. El resultado es un plato rico, nutritivo e ideal para los días fríos. Aunque pueda parecer un plato pesado, en el clima alpino, su valor nutritivo tiene perfecto sentido.

Para que la receta de Käse-Spätzle sea realmente auténtica, se recomienda usar quesos regionales, que tienen un sabor más fuerte y son buenos para derretir. Pero si no tienes a mano el Appenzeller suizo, puedes optar por romadur checo, emmental o un buen cheddar. Es bueno mezclar varios tipos de quesos para que el sabor sea pleno e interesante.

¿Cuál es el encanto de este plato también entre nosotros?

Aunque el origen de la receta se remonta a lo profundo de los Alpes, no es sorprendente que el Käsespätzle haya encontrado su camino hasta los hogares checos. Fideos caseros, cebolla frita, queso: estos son sabores que resuenan también con la cocina checa. Además, en una época en la que crece el interés por la cocina casera y el regreso a ingredientes auténticos, esta receta actúa como un regreso a las raíces.

Una de las razones por las que el Käse-Spätzle se ha extendido es también el turismo. Los visitantes de los Alpes que se calientan en una cabaña alpina con este nutritivo plato después de un día en las pistas, a menudo llevan su sabor a casa. El recuerdo de los viajes se convierte entonces en una receta regular en el repertorio doméstico.

Y luego está el creciente número de vegetarianos y personas que buscan comidas sin carne pero nutritivas. El Käse-Spätzle es perfectamente saciante sin necesidad de carne. Es una solución ideal para la cocina familiar que no ofende a los carnívoros.

Por ejemplo, en una familia de Brno, el Käsespätzle se ha convertido en un elemento fijo en el menú de invierno. "Trajimos la receta de unas vacaciones en Tirol y desde entonces la hacemos cada invierno. A los niños les encanta porque tiene queso, y nosotros, los adultos, apreciamos la simplicidad de la preparación", dice la señora Lenka, quien ha compartido la receta con varios amigos.

Cómo preparar Käsespätzle casero - receta paso a paso

Si quieres disfrutar de una experiencia alpina en casa, prueba esta sencilla receta de Käse-Spätzle casero:

Ingredientes (para 4 porciones):

  • 300 g de harina fina
  • 4 huevos
  • 100 ml de agua o leche
  • sal
  • 200 g de queso rallado (combinación de emmental, cheddar, romadur)
  • 2 grandes cebollas
  • 2 cucharadas de mantequilla o aceite de colza

Procedimiento:

  1. En un bol, mezcla la harina, los huevos, el agua y una pizca de sal. La masa debe ser suave y espesa. Déjala reposar durante 10 minutos.
  2. Lleva a ebullición una olla grande con agua salada. Con un colador para Spätzle o una cuchara, forma pequeños ñoquis y échalos en el agua.
  3. Cuando floten, sácalos y deja que escurran.
  4. En una sartén, derrite la mantequilla, añade la cebolla cortada en rodajas finas y fríe lentamente hasta que esté dorada y crujiente.
  5. En una fuente para hornear o sartén, dispone capas de pasta y queso, repitiendo según la cantidad.
  6. Finalmente, espolvorea con la cebolla crujiente y hornea brevemente hasta que el queso se derrita.

Se puede servir solo, con ensalada o como guarnición de carne asada. Y si sobra, al día siguiente puede que sepa aún mejor.

¿Un enfoque sostenible en la cocina? Käsespätzle va en la dirección correcta

En una época en la que se habla cada vez más de un enfoque responsable hacia la comida y los alimentos, este plato ofrece algo más. La receta de Käse-Spätzle es ideal para reducir el desperdicio de alimentos. ¿Te han quedado algunos huevos, un poco de queso y cebolla? Tienes la base para una cena deliciosa. No necesitas ingredientes exóticos, todo se puede comprar en una tienda común o en el mercado de agricultores.

Además, es un plato fácilmente adaptable: se le puede añadir espinacas, setas, cebolla germinada o incluso verduras asadas. Y si tienes huevos caseros y harina de un molino local, puedes estar orgulloso de tu creación.

Como dice el conocido chef alemán Tim Mälzer: "Los grandes platos no se tratan de complejidad, sino de la alegría de la preparación y el sabor." El Käsespätzle encarna esta idea a la perfección: es honesto, simple y, sin embargo, lleno de sabor.

Ya sea que decidas prepararlo como plato principal para amigos, una cena rápida después de un día en la montaña o simplemente como una forma de complacerte a ti mismo, una cosa es segura: este plato tradicional alpino tiene mucho que ofrecer también a los hogares modernos.

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