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Descubra la dieta de ahorro n.º 2 y recetas para comidas ligeras y sabrosas

Dieta de ahorro - cuando el cuerpo pide calma y ligereza

La digestión es un proceso que la mayoría de nosotros damos por sentado, hasta que empieza a fallar. Dolores de estómago, hinchazón, pérdida de apetito o náuseas pueden ser señales de que es hora de ralentizar y dar un respiro al tracto digestivo. En estos momentos, entra en juego la dieta de ahorro, a veces también llamada dieta gástrica. No se trata de una moda pasajera, sino de un régimen nutricional probado que ayuda con problemas de estómago, intestinos o después de cirugías.

Este tipo de dieta no está destinada a la reducción de peso, sino a la calma y regeneración del sistema digestivo. Su preparación se basa en el principio de comidas fácilmente digeribles y nutricionalmente completas que no sobrecargan el organismo. Vamos a examinar más de cerca qué implica la dieta de ahorro y qué recetas específicas pueden ayudar con problemas de estómago o intestinos.

Qué es la dieta de ahorro y cuándo incluirla

La dieta de ahorro es un régimen nutricional recomendado para trastornos digestivos, inflamaciones del estómago, duodeno, intestinos o después de procedimientos quirúrgicos en el área abdominal. Existen varios tipos: los más comunes en la práctica son la dieta de ahorro n.º 2 y la n.º 4, que se basan en sistemas dietéticos utilizados en ambientes hospitalarios. Mientras que la dieta número 2 está destinada a pacientes con inflamaciones crónicas del estómago e intestinos en fase de calma, la dieta n.º 4 se centra más en condiciones agudas de enfermedades intestinales.

Una de las características clave de todas las dietas amigables con el estómago e intestinos es que están basadas principalmente en la fácil digestibilidad: las comidas deben ser tales que no sobrecarguen la digestión y, al mismo tiempo, proporcionen al cuerpo todo lo que necesita. También se enfatiza que los platos contengan un mínimo de grasas y estén solo ligeramente o nada condimentados, ya que un sabor fuerte a menudo significa una carga mayor para el tracto digestivo. Se eliminan completamente las sustancias que pueden irritar la mucosa del sistema digestivo: nada de alcohol, café, refrescos con gas o alimentos fritos, lo que puede ser un desafío para muchos, pero el cuerpo generalmente lo agradece.

Las suaves técnicas culinarias también juegan un papel importante: en lugar de freír y asar a la parrilla, se prefiere hervir, estofar o hornear sin grasa, lo que no solo reduce la carga para el sistema digestivo, sino que generalmente también disminuye el valor energético de la comida de manera natural. En general, es un estilo de alimentación que trata de ser lo más respetuoso posible y no obliga al cuerpo a una digestión excesiva, lo que puede ser un reinicio agradable no solo para las personas con problemas digestivos, sino también para aquellos que desean calmar su dieta por un tiempo.

Sin embargo, esto no significa que las comidas deban ser insípidas y sin sabor. Incluso dentro de la dieta de ahorro, se pueden preparar comidas sabrosas, variadas y coloridas que proporcionen al cuerpo los nutrientes necesarios y al mismo tiempo apoyen su recuperación.

Cómo puede ser un menú en la dieta de ahorro

Al elaborar un menú, es importante pensar no solo en la suavidad, sino también en una adecuada ingesta energética y nutricional. En la práctica, esto significa el uso de proteínas de calidad (por ejemplo, carne de pollo, pescado, huevos cocidos), polisacáridos en forma de arroz cocido, papas o pasta, y suficiente verdura, aunque en forma suave, estofada o hecha puré.

Uno de los errores comunes es la idea de que la dieta de ahorro significa una comida sin sabor. En realidad, se trata de una armonía de suavidad y nutrición, que se puede lograr con la combinación correcta de ingredientes y el método de preparación.

Recetas inspiradoras para la dieta de ahorro

En las siguientes recetas, nos enfocaremos en diversos platos que cumplen con los principios de la dieta de ahorro, ya sea la variante n.º 2 (para calmar el estómago) o la n.º 4 (para ahorrar los intestinos).

1. Sopa de zanahoria con papa

Ligera, nutritiva y muy fácil de digerir. Es adecuada como comida inicial del día.

Ingredientes:

  • 2 zanahorias pequeñas
  • 1 papa
  • 1 cucharada de mantequilla
  • una pizca de sal

Pele las zanahorias y la papa, córtelas en cubos pequeños y cocínelas en agua ligeramente salada hasta que estén tiernas. Al final, agregue un poco de mantequilla y mezcle todo hasta obtener una crema suave. La sopa es ideal tanto para problemas de estómago como de intestinos.

2. Pavo con puré de arroz

La carne de pavo es fácilmente digerible y nutritiva. El puré de arroz proporciona energía y fibra.

Ingredientes:

  • 100 g de pechuga de pavo
  • 1/2 taza de arroz
  • 1 cucharadita de mantequilla
  • sal al gusto

Cocine la carne en agua sin condimentos y córtela en trozos pequeños. Cocine el arroz hasta que esté suave y mezcle con la mantequilla para hacer un puré. Sirva juntos. Excelente también para niños o personas mayores.

3. Puré de manzana con requesón

Un postre ligero o merienda. Las manzanas contienen pectina, que ayuda a calmar los intestinos.

Ingredientes:

  • 1 manzana grande y dulce
  • 2 cucharadas de requesón semidescremado
  • 1/2 cucharadita de miel (opcional)

Pele la manzana, rállela y cocine brevemente. Deje enfriar y mezcle con el requesón. Si es necesario, agregue un poco de miel. Este plato es ideal en la dieta de ahorro para los intestinos y para problemas de estómago.

4. Risotto de calabaza

La calabaza es suave, nutritiva y perfecta para sanar un sistema digestivo irritado.

Ingredientes:

  • 1/2 taza de arroz de grano redondo
  • 100 g de calabaza hokkaido
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • una pizca de sal

Corte la calabaza en cubos y cocínela en agua hasta que esté tierna. Cocine el arroz por separado y mezcle con la calabaza y un poco de aceite de oliva. Un excelente almuerzo para los días en que se necesita ahorrar los intestinos.

5. Filete de bacalao al vapor con puré de papas

El pescado es a menudo recomendado en la dieta debido a su alto contenido de ácidos grasos omega-3 y su fácil digestión.

Ingredientes:

  • 100 g de bacalao
  • 2 papas pequeñas
  • 1 cucharadita de mantequilla
  • eneldo (opcional)

Cueza el bacalao al vapor con un poco de agua, con muy poca sal. Cocine las papas y mezcle con la mantequilla. Puede agregar un poco de eneldo picado para el aroma. El plato es ligero pero nutritivo.

Cómo puede ayudar la dieta de ahorro

Pavla, una joven de Olomouc, sufrió durante varios meses de dolores de estómago, diarrea crónica y fatiga. Después de exámenes, los médicos le diagnosticaron una inflamación del intestino delgado y recomendaron reposo y una modificación de la dieta. Pavla comenzó a buscar recetas adecuadas para la dieta de ahorro y gradualmente creó su propio repertorio de comidas: desde sopas ligeras hasta purés de vegetales y papillas. "Me sorprendió lo rápido que me sentí mejor. Solía comer de todo, pero aquí realmente tuve que establecer mis prioridades. Hoy ya sé que menos es más, al menos para mi digestión", dice.

Qué tener en cuenta

Aunque la dieta de ahorro parece una solución universal, no tiene por qué ser igual para todos. Es importante escuchar a tu propio cuerpo y, si es necesario, consultar modificaciones con un especialista. En algunos casos, es necesario eliminar temporalmente también la leche, los productos horneados con alto contenido de fibra o las verduras crudas. Un buen aliado puede ser llevar un diario de alimentos, donde anotes lo que comes y cómo te sientes después de comer.

También es recomendable prestar atención a un adecuado régimen de hidratación, idealmente en forma de té sin azúcar o agua simple. Evite las bebidas carbonatadas, comidas demasiado calientes o frías, y alimentos con aditivos artificiales.

Como dijo Hipócrates: "Que la comida sea tu medicina y la medicina tu comida". En momentos en que la digestión está debilitada, la dieta de ahorro es no solo una prevención, sino también un camino hacia la recuperación. Y lo más importante: calma no solo el cuerpo, sino a menudo también la mente.

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