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Insolación y golpe de calor - ¿cuánto duran y qué hacer con ellos?

Los meses de verano están inevitablemente asociados con la exposición al sol, excursiones a la naturaleza, nadar y practicar deportes al aire libre. El sol nos proporciona energía y buen humor, pero si nos excedemos, puede ser peligroso. Insolación y golpe de calor son de las complicaciones de salud más comunes en los días calurosos. A menudo se confunden, y aunque tienen causas similares, difieren en síntomas y tratamiento. ¿Cuánto dura una insolación? ¿Y un golpe de calor? ¿En qué se diferencian y por qué los niños son más propensos? Y sobre todo, ¿cuándo es el momento de buscar un médico?

Insolación vs. golpe de calor - no es lo mismo

A primera vista pueden parecer similares: dolor de cabeza, náuseas, fatiga. Pero la insolación y el golpe de calor difieren en la causa y el efecto en el cuerpo.

El golpe de calor ocurre debido al sobrecalentamiento del cuerpo, que sucede cuando el cuerpo no puede enfriarse lo suficientemente rápido. Puede ocurrir incluso a la sombra o en espacios cerrados, como estar en un coche sobrecalentado o en una habitación mal ventilada. Típicamente aparece durante el esfuerzo físico en calor, sin suficiente ingesta de líquidos y sin una adecuada ventilación del calor mediante el sudor.

La insolación, por otro lado, es una consecuencia directa de la exposición prolongada de la cabeza y el cuello a los rayos solares. La exposición solar excesiva provoca irritación de las meninges, lo que puede llevar a síntomas clásicos: dolores de cabeza, náuseas, vómitos, fiebre o incluso confusión.

Ambas condiciones son incómodas y, sobre todo, peligrosas si no se tratan a tiempo. Y precisamente la duración de los síntomas y la recuperación es a menudo la pregunta clave que la gente se plantea. ¿Cuánto dura una insolación? ¿Y cuánto dura un golpe de calor?

¿Cuánto dura una insolación?

La duración de la insolación depende de varios factores: la intensidad de la radiación solar, el tiempo de exposición al sol, la edad y el estado de salud de la persona afectada. En casos leves, la mayoría de las personas sienten alivio después de unas pocas horas de descanso a la sombra, hidratación y enfriamiento del cuerpo. En estos casos, los síntomas pueden desaparecer por completo dentro de 24 a 48 horas.

Sin embargo, si el cuerpo ha estado expuesto a la radiación solar por un período prolongado, o si ha habido una irritación significativa del sistema nervioso central, los problemas pueden persistir más tiempo: el dolor de cabeza, la fatiga y el letargo pueden durar incluso 2 a 3 días. En algunos casos, se añade fiebre leve o problemas para dormir, lo que puede prolongar la recuperación.

Se requiere especial precaución con los niños. La pregunta “¿Cuánto dura la insolación en los niños?" suele tener una respuesta más complicada. En los niños pequeños, la termorregulación está menos desarrollada que en los adultos y su cuerpo se sobrecalienta más rápidamente. Además, los niños a menudo no pueden reconocer a tiempo las señales de advertencia del cuerpo, como la sed o la fatiga, lo que aumenta el riesgo de consecuencias más graves.

En los niños, la insolación puede durar varios días si no se reconoce a tiempo o se trata adecuadamente. El niño puede estar cansado, irritable, sufrir dolores de cabeza, vómitos y falta de apetito. Si estos síntomas duran más de dos días, o si aparece fiebre alta, confusión o convulsiones, es necesario buscar atención médica de inmediato.

¿Cuánto dura un golpe de calor?

Al igual que con la insolación, depende de muchas circunstancias. Un golpe de calor leve, que ocurrió, por ejemplo, después de un breve sobrecalentamiento en un vehículo caliente, puede desaparecer en unas pocas horas si se le proporcionan al cuerpo descanso, suficientes líquidos y enfriamiento.

Un golpe de calor moderado puede manifestarse con fiebre, debilidad, dolores de cabeza y la necesidad de descansar hasta 48 horas antes de que el cuerpo vuelva a la normalidad. Sin embargo, si ha habido un sobrecalentamiento significativo, puede llevar una semana para que el cuerpo se recupere por completo.

En casos extremos, especialmente en personas mayores o personas con enfermedades crónicas, el golpe de calor puede llevar al colapso del sistema termorregulador, fallo de órganos o incluso a situaciones que amenazan la vida. En estos casos, la recuperación puede ser muy prolongada y requiere supervisión médica.

También es posible una combinación de ambos estados: una persona puede estar sobreexpuesta al sol y simultáneamente sobrecalentada, lo que crea una mezcla peligrosa de insolación y golpe de calor. Tales casos deben abordarse de inmediato y definitivamente no esperar que "pase solo".

Cómo reconocer la diferencia y cuándo actuar

La experiencia de la señora Lenka de Praga muestra lo fácil que es subestimar la situación. "Estábamos con mi hija en la piscina, todo el día al sol. Por la noche le empezó a doler la cabeza, vomitó y tenía fiebre. Pensé que era un virus. Hasta que el médico en el hospital nos dijo que era insolación."

Tales casos no son raros. La insolación a menudo se confunde con otras enfermedades, porque los síntomas como dolor de cabeza, fatiga o falta de apetito son bastante generales. Sin embargo, si aparecen después de una exposición prolongada al sol o al calor, es necesario estar alerta.

Señales de advertencia clave:

  • Dolor de cabeza intenso
  • Náuseas o vómitos
  • Fiebre
  • Aceleración del ritmo cardíaco
  • Confusión o letargo
  • Convulsiones (especialmente en niños)

Si aparece alguno de estos síntomas, es necesario mover a la persona afectada inmediatamente a la sombra o un ambiente fresco, asegurarle suficientes líquidos y en caso de empeoramiento, buscar atención médica.

Cómo ayudar al cuerpo y qué hacer durante la recuperación

Ya sea un golpe de calor o una insolación, el cuerpo necesita tiempo para recuperarse. La duración de la recuperación varía según la gravedad de la condición, pero en cualquier caso es importante descansar varios días después del episodio, beber muchos líquidos y evitar el sol directo.

Los ayudantes naturales, como los tés de hierbas (por ejemplo, menta, manzanilla) o compresas frías de agua con vinagre, pueden aliviar el dolor de cabeza y ayudar al cuerpo a enfriarse. En niños, se recomienda dar una dieta ligera, evitar la actividad física y monitorear la temperatura.

¿Y cómo prevenir estas condiciones? Suena simple: hidratación, sombra y moderación. En días calurosos, deberíamos beber más de lo que sentimos sed, usar sombreros, ropa holgada y al estar al aire libre, seguir la regla: menos es a veces más.

Como dice la doctora MUDr. Marcela Šímová: "El sol es un buen sirviente, pero un mal amo. Especialmente en niños y ancianos debemos ser cautelosos, porque incluso unos pocos minutos de descuido pueden llevar a complicaciones graves."

Se pueden disfrutar las diversiones del verano sin consecuencias desagradables: solo hay que escuchar a nuestro cuerpo y no subestimar las primeras señales de advertencia. Porque aunque la insolación o el golpe de calor generalmente no duran mucho tiempo, sus secuelas pueden afectar al cuerpo más tiempo del que esperaríamos. Y eso no vale la pena por unos minutos de descuido.

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