
Descubre la magia del granadýr: un plato de la infancia que nunca decepciona

Granadýr: una clásica olvidada que merece regresar a nuestros platos
Los platos que evocan el hogar, la infancia y la simplicidad tienen un lugar especial en la cocina checa. Entre ellos se encuentra el granadýrský pochod, un plato que solía aparecer comúnmente en las mesas, pero que hoy en día ha caído un poco en el olvido ante la avalancha de recetas modernas y sabores exóticos. Sin embargo, el granadýr, también conocido como granadýrský pochod o simplemente granadýr, tiene todo lo que se puede desear de la cocina casera: es sencillo, económico, sustancioso y sorprendentemente sabroso. Aunque a primera vista pueda parecer una "mezcla simple de pasta y patatas", bien preparado puede sorprender gratamente incluso a los paladares más exigentes.
¿Qué es el granadýr y de dónde proviene?
El granadýr es un plato tradicional de la cocina centroeuropea que se encuentra principalmente en las gastronomías checa, eslovaca y húngara. Su base está compuesta por patatas, pasta, cebolla y pimentón molido dulce, lo que lo convierte en un plato ideal para aprovechar sobras o para días en los que se desea algo caliente y sustancioso por poco dinero. El nombre "granadýrský pochod" hace referencia al origen militar del plato: supuestamente era un alimento preparado para los soldados durante las marchas, ya que era rápido, sencillo y llenaba incluso en condiciones difíciles.
Es interesante notar que el granadýr varía un poco según la región. En algunos lugares se le añade ajo, en otros, por ejemplo, chicharrones, carne ahumada o col agria. Sin embargo, la versión básica es siempre vegetariana, lo que lo convierte en un plato ideal también para quienes buscan reducir el consumo de carne o encontrar alternativas vegetales más económicas.
Una receta que conoce cada abuela
¿La buena noticia? La receta del granadýr no es complicada. ¿La mala noticia? Quizás sea demasiado sencilla para que los cocineros modernos le presten atención. Pero es precisamente en su simplicidad donde reside su encanto. Cuando se utilizan ingredientes de calidad, como patatas de la granja, pasta casera, cebolla llena de sabor y pimentón aromático, el resultado es un plato que no solo satisface, sino que también deleita.
La preparación comienza friendo cebolla en aceite, dejándola caramelizar ligeramente. Se añade pimentón molido (idealmente húngaro, que tiene un sabor y color intensos) y luego la pasta cocida y patatas cortadas en cubos. Se mezcla todo, se sazona con sal y pimienta si es necesario, y se deja en la sartén para que se "unan". El resultado es una mezcla ligeramente pegajosa que huele maravillosamente a cebolla y pimentón.
En algunas familias, el granadýr se sirve con pepinillo agrio, en otras con suero de leche o kéfir. Y son estas pequeñas variaciones las que convierten al granadýr en un plato que cada uno puede adaptar a su gusto.
Granadýr como símbolo de cocina sostenible
En una época en la que se habla cada vez más de sostenibilidad, desperdicio de alimentos y el retorno a ingredientes naturales, el granadýr es literalmente un ejemplo de libro de cómo cocinar de manera ecológica y respetuosa con la naturaleza. No requiere ingredientes exóticos, no produce desperdicio innecesario y es fácil de preparar con lo que la mayoría de la gente tiene en la despensa.
Además, es un plato que aprovecha perfectamente las sobras. ¿Tienes patatas cocidas de ayer? ¿Te sobraron pastas que nadie terminó? La cebolla y el pimentón casi siempre están en la cocina. En tal caso, bastan unos minutos en la sartén y tienes en la mesa un almuerzo o cena caliente, sabroso y nutritivo. Y así es como se ve una casa ecológica en práctica: sin desperdicio, sin estrés innecesario y sin la necesidad de comprar constantemente ingredientes nuevos y nuevos.
¿Por qué vale la pena volver a incluir el granadýr en el menú?
Además de los beneficios ambientales, el granadýr también tiene ventajas nutricionales. Gracias a la combinación de alimentos ricos en almidón, satisface durante mucho tiempo sin sobrecargar el cuerpo con exceso de grasa o azúcares simples. Si se prepara con pasta integral y se acompaña de una ensalada de verduras, puede ser una comida completa y equilibrada adecuada incluso para niños, ancianos o deportistas.
Además, tiene un enorme potencial para convertirse en "comfort food", es decir, un plato que se elabora cuando se tiene un día difícil, se está cansado o se necesita un poco de consuelo. Quien haya probado una vez el granadýr aromatizado con cebolla y pimentón sabe que este plato tiene alma. Y son precisamente estos platos los que deberíamos apoyar en la cocina más que nunca.
Una madre de Znojmo describía cómo el granadýr salva sus noches: "Cuando llegamos tarde a casa y los niños se quejan de hambre, recurro al granadýr. Siempre tengo patatas cocidas de antemano, la pasta la preparo en diez minutos, la cebolla y el pimentón son básicos. No solo la cena está lista rápidamente, sino que siempre desaparece del plato primero."
¿Cómo mejorar y modernizar el granadýr?
Aunque la receta clásica es excelente por sí sola, puede ser demasiado simple o insípida para algunos. Afortunadamente, existen muchas formas de "potenciar" el granadýr sin perder su carácter original. En lugar de pasta común, se puede usar, por ejemplo, de trigo sarraceno o espelta, que aportan más fibra y nutrientes al plato. Las patatas se pueden sustituir por batatas para un sabor ligeramente dulce y un mayor contenido de vitamina A.
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Para los amantes de las proteínas, se puede añadir garbanzos, lentejas o tempeh salteado. Y si se quiere que el granadýr sea más rico, se le puede mezclar col agria, que no solo mejora el sabor, sino que también apoya la digestión. Cebolla frita por encima o una cucharadita de crema agria pueden añadir capas adicionales de sabor.
Una variante interesante es el granadýr gratinado: basta con pasarlo a una fuente para hornear, espolvorear con queso rallado (como tofu ahumado o parmesano) y gratinar brevemente en el horno. El resultado es una corteza crujiente y un plato sustancioso ideal para las noches de invierno.
Granadýr en el contexto de la alimentación moderna
Hoy en día, cuando muchas personas intentan comer más saludablemente, con menos alimentos procesados industrialmente y más vegetales, el granadýr es sorprendentemente relevante. No contiene carne, los productos lácteos se pueden sustituir fácilmente por alternativas vegetales y el propio plato es naturalmente sin gluten si se usa pasta sin gluten.
También es un plato ideal para el llamado meal prepping, es decir, la preparación de comidas con anticipación. El granadýr se puede hacer fácilmente en grandes cantidades, guardar en el refrigerador y recalentar en minutos. A menudo, su sabor incluso se profundiza más al día siguiente, ya que todos los componentes se entrelazan.
Y quizás lo más importante: el granadýr es un plato con historia. Habla de tiempos en los que se tenía que ahorrar, pero al mismo tiempo no se perdía el deseo de una buena comida. De una época en la que se cocinaba con lo que había, pero con amor y respeto por los ingredientes. Quizás por eso debería tener un lugar firme también en la cocina moderna, que busca un equilibrio entre sabor, salud y sostenibilidad.
Como dice el conocido chef austriaco y promotor de la cocina sencilla Roland Trettl: "Las mejores comidas no son las más caras, sino las que recordamos toda la vida." El granadýr, sin duda, pertenece a esas comidas.