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Labneh. Una palabra que tal vez suene un poco exótica, pero cuyo sabor y uso en la cocina están ganando cada vez más seguidores también en la República Checa. Este queso suave y cremoso proviene del Medio Oriente y representa la combinación perfecta de simplicidad, sabor y un estilo de vida saludable. Entonces, ¿qué es labneh, por qué debería ser parte de tu dieta y cómo prepararlo en casa? Aunque puede parecer que es otro producto de moda, labneh ha tenido su lugar en la cocina tradicional durante siglos.

Labneh - ¿qué es realmente?

Bajo el término labneh (a veces escrito como labne o labna) se esconde una crema de queso espesa y cremosa que se obtiene al colar yogur blanco. El resultado es un producto que en consistencia se asemeja al queso fresco o al requesón espeso, pero con un sabor característico ligeramente ácido y un alto contenido de proteínas.

Este "queso de yogur" es un alimento popular en Líbano, Siria, Turquía e Israel, donde es parte habitual de la dieta diaria. En estos países, a menudo se sirve como aperitivo, untable, dip o parte de sándwiches. Sin embargo, gracias a su sabor neutral pero distintivo, también es una excelente adición a la cocina europea moderna.

Lo que hace que labneh sea tan interesante es su simplicidad de preparación y al mismo tiempo su versatilidad de uso. Mientras que los quesos clásicos requieren procesos de maduración más complejos o cultivos especiales, labneh solo necesita yogur entero de buena calidad, un poco de sal y tiempo.

¿Cómo preparar labneh casero?

La receta de labneh casero es sorprendentemente fácil y no requiere ningún equipo especial. Básicamente, cualquiera que tenga a mano un yogur griego de calidad (u otro yogur blanco espeso) y un trozo de tela o un colador fino puede hacerlo.

Lo que necesitarás:

  • 1 kg de yogur blanco entero (idealmente tipo griego, sin almidón añadido)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • gasa, muselina o colador fino
  • un cuenco y colador

Procedimiento:

  1. En un cuenco, mezcla el yogur con la sal.
  2. Prepara un colador forrado con gasa o tela fina. Colócalo sobre un cuenco más profundo para que tenga donde gotear el suero.
  3. Vierte la mezcla de yogur sobre la tela, ata los bordes y deja escurrir en la nevera al menos 12 horas (idealmente 24 horas). Cuanto más tiempo escurras el labneh, más espeso será.
  4. Transfiere el labneh terminado a un recipiente hermético y guárdalo en la nevera. Durará hasta una semana.

El resultado será un queso labneh casero suave, que puedes usar inmediatamente como untable, base para sándwich o complemento para ensaladas.

Para un sabor más intenso, puedes añadir al labneh final hierbas picadas, ajo, cáscara de limón o aceite de oliva. También es popular la variante con chilli o comino. Y si formas el labneh en bolitas y lo sumerges en aceite de oliva con hierbas, obtendrás delicias exquisitas que impresionarán a cualquier visita.

¿Por qué es labneh el complemento ideal para una dieta saludable?

Hoy en día, cuando las personas piensan cada vez más en lo que comen, buscan alternativas que sean no solo sabrosas sino también equilibradas. El queso labneh, como se le llama en inglés, cumple con muchos requisitos de la nutrición moderna.

Principalmente, contiene una gran cantidad de proteínas y tiene menos grasa que los quesos cremosos clásicos. Gracias a esto, satisface incluso en menor cantidad y contribuye a la regeneración muscular, lo que lo hace ideal para personas activas, deportistas y aquellos que desean perder peso sin sentir hambre.

Además, labneh es una fuente de probióticos beneficiosos, si usas un yogur de calidad, lo que ayuda a mantener el equilibrio de la flora intestinal y apoya la digestión. "Un intestino saludable es la base de una fuerte inmunidad", dice la nutricionista Michaela Bebová, quien se especializa en la relación entre la nutrición y la salud.

También es genial que labneh sea naturalmente sin gluten y se pueda preparar en una variante sin lactosa, lo cual es valorado por personas con intolerancias alimentarias. Los veganos pueden hacer una alternativa con yogur de coco o almendra; aunque el sabor será diferente, la cremosidad permanece.

Una de las ventajas de labneh es su índice glucémico bajo, lo que aporta una ventaja para niveles estables de azúcar en sangre, un factor clave para la energía a largo plazo y la prevención de cambios de humor.

¿Dónde se usa labneh y cómo integrarlo en tu dieta?

Si estás buscando maneras de integrar labneh en tu cocina diaria, las posibilidades son innumerables. En su forma tradicional, se sirve con aceite de oliva y pan pita como parte del mezze, similar al hummus o baba ganoush. Pero su uso es mucho más amplio.

Labneh es ideal como:

  • untable sobre pan, galletas o bollos
  • dip para verduras, nachos o como alternativa más saludable a la mayonesa
  • base para sándwiches en lugar de mantequilla o queso
  • condimento para ensaladas – intenta mezclarlo con bulgur, cuscús o quinua
  • relleno para crepes y wraps salados
  • versión dulce con miel, nueces y frutas como desayuno o postre saludable

Imagina la situación: tienes amigos de visita y preparas un aperitivo. En lugar de los clásicos chips y salsa tártara, sirves un cuenco de labneh con aceite de oliva, tomillo fresco y pan casero. No solo los invitados apreciarán el sabor, sino también la composición más saludable. ¿Y cuando les dices que lo has hecho tú mismo en casa? Éxito asegurado.

En los países donde labneh es muy popular, a menudo se pide en los restaurantes como parte de una mesa compartida. Este concepto de "platos pequeños" se refleja también en la gastronomía moderna, donde las personas cada vez más comparten varios platos pequeños. Labneh es ideal en este sentido: ligero pero distintivo, naturalmente adecuado para combinaciones con otros sabores.

La calidad de los ingredientes es decisiva

Para que el labneh sea realmente delicioso, la base es un yogur de calidad. Lo mejor es un yogur casero o ecológico sin aditivos y azúcar. Cuanto mayor sea el contenido de grasa, más cremoso será el queso resultante. Si quieres estar seguro del contenido, también puedes hacer tu propio yogur, a partir de leche y cultivos de yogur.

El aceite de oliva, que tradicionalmente se añade al labneh, debe ser extra virgen, idealmente prensado en frío. Al añadir aceite de oliva de calidad, no solo mejorarás el sabor, sino que también prolongarás naturalmente la vida útil del labneh.

En cuanto a la sal, menos es más. Labneh tiene un sabor excelente incluso con un mínimo de sal, y puedes reemplazarla con hierbas frescas, que le darán un toque interesante y un atractivo visual.

Labneh como símbolo de la simplicidad y el regreso a las raíces

En una época en la que es fácil sucumbir a las tendencias de comida rápida o productos industrialmente procesados, labneh ofrece un regreso a la cocina simple, casera y saludable. Es un producto que conecta la tradición con las recomendaciones nutricionales modernas, al mismo tiempo que ofrece espacio para la creatividad.

Labneh no es solo un queso. Es una manera de redescubrir la alegría de preparar comida casera, de acercarse a los sabores naturales y al mismo tiempo hacer algo bueno por tu salud. Y tal vez ahí radica su encanto, en su simplicidad.

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