
Descubre las lonchas de ternera en mostaza y sus variaciones de sabor

Sabor tradicional con un toque moderno - ternera a la mostaza como apuesta segura
En la cocina checa existen platos que mantienen un lugar constante en las mesas, independientemente de las tendencias cambiantes. Uno de esos tesoros es sin duda la ternera a la mostaza: un plato que combina la fuerza y profundidad de la carne de res con la suave picantez de la mostaza. Ya sea rodajas de ternera a la mostaza, ternera guisada a la mostaza, jugosos tiras de ternera a la mostaza, o un buen estofado de ternera a la mostaza, en todos los casos se trata de un plato que no solo lleva consigo una riqueza de sabor, sino también un legado cultural. Y es precisamente esto lo que lo convierte en un plato ideal no solo para los amantes de lo clásico, sino también para aquellos que buscan un estilo de vida más sostenible y saludable.
No es solo una receta, es un enfoque hacia la cocina
La época actual favorece la simplicidad, pero al mismo tiempo el énfasis en la calidad. Las personas son más conscientes que nunca de dónde proviene su comida, cómo ha sido procesada y qué impacto tiene la alimentación en su salud y en el planeta. En este contexto, la clásica ternera guisada a la mostaza está ganando nuevamente popularidad. No solo es un plato nutritivo y sustancioso, sino que también ofrece espacio para elecciones éticas, como optar por carne de cría ecológica, ingredientes locales o el uso de mostaza orgánica sin aditivos innecesarios.
¿Y por qué precisamente la mostaza? Este discreto milagro a menudo es pasado por alto en la cocina, sin embargo, es uno de los ingredientes más antiguos y versátiles que puede aportar profundidad a un plato sin necesidad de una preparación complicada. Contiene antioxidantes, sustancias antiinflamatorias y, gracias a su sabor más intenso, apoya la digestión. Combinada con carne de res, rica en hierro, zinc y proteínas, resulta no solo en un plato sabroso, sino también nutricionalmente valioso.
Carne de res - ¿qué corte elegir?
Al preparar ternera a la mostaza, no solo importa el condimento y el procedimiento, sino sobre todo la elección de la carne. Cada corte tiene sus propiedades específicas y es adecuado para un método de preparación diferente.
- Rodajas de ternera (típicamente de la cadera o el hombro) son ideales para un guisado más rápido si están bien ablandadas y cortadas a contrapelo.
- Tiras de ternera crean una estructura más suave del plato y son perfectas para quienes prefieren un tiempo de cocción más corto.
- Estofado de ternera es, por el contrario, la opción para los pacientes: gracias a su mayor contenido de colágeno, al guisarse lentamente se deshace y crea una salsa naturalmente espesa.
Todas estas variantes se pueden preparar al estilo "a la mostaza", siendo el método de preparación y el uso de la mostaza lo que determina el sabor final del plato.
¿Cómo sabe una buena salsa de mostaza?
La clave del éxito es una buena base: cebolla dorada, tal vez zanahoria y apio para sazonar el caldo. Luego es el momento para la propia carne, que se sella y se guisa gradualmente, preferiblemente en caldo, vino o incluso agua. Solo al final (o incluso durante la cocción) se añade la mostaza. Y aquí es donde ocurre el momento decisivo: ¿qué tipo de mostaza elegir?
La clásica es la mostaza amarilla, que aporta suavidad y cremosidad a la salsa. Quienes prefieren sabores más intensos pueden optar por la variante granulada o de Dijon. Funciona bien también una combinación de varios tipos, por ejemplo, una cucharada de mostaza amarilla y una de Dijon. El resultado es una salsa con profundidad que no sobrepasa el sabor de la carne, sino que lo realza.
Como guarnición, se suele servir patata cocida, pero una excelente opción es también puré de patatas, pan integral o incluso trigo sarraceno cocido, especialmente si queremos darle al plato un toque más ligero y saludable.
Tradición en un nuevo atuendo
Puede sorprender, pero la ternera a la mostaza no tiene que limitarse solo a la variante clásica con salsa. Cada vez más cocineros experimentan con enfoques modernos, por ejemplo, creando tiras de ternera a la mostaza como una cena rápida en sartén, acompañada de verduras salteadas y arroz integral. Otra opción es el asado lento de rodajas de ternera, donde primero se marina la carne en una marinada de mostaza con vinagre de manzana, hierbas y un poco de miel, y luego se hornea lentamente en el horno. El resultado es tierno, aromático e ideal incluso para momentos más festivos.
Una inspiración interesante puede ser la cocina francesa, concretamente la receta "boeuf à la moutarde", donde se utiliza mostaza de Dijon en combinación con crema y vino blanco. Este método de preparación es buscado precisamente por su suavidad y refinamiento.
Historia de cocina - cuando la tradición se encuentra con el respeto por los ingredientes
Una familia del sur de Bohemia decidió en otoño cambiar a una dieta local y estacional. Empezaron a visitar mercados de agricultores y a comprar carne directamente de un criador local. Cuando llegó un fin de semana más fresco, optaron por un estofado de ternera a la mostaza. Cocinaron la carne lentamente, con mucha paciencia. Usaron mostaza casera y caldo de verduras de sus propios restos. Una vez que la salsa estuvo lista, el aroma llenó toda la casa y los niños, que casi no comen carne, no podían esperar. Un plato sencillo se convirtió en un símbolo de bienestar familiar y al mismo tiempo en una prueba de que incluso lo clásico se puede preparar con consideración hacia el medio ambiente.
La sostenibilidad también está en lo que tenemos en el plato
Quizás a simple vista no lo parezca, pero incluso una simple ternera a la mostaza puede ser parte de un estilo de vida más sostenible. La clave es un enfoque consciente: elegir carne de cría libre, reducir el desperdicio de alimentos, utilizar sobras para otros platos (por ejemplo, en risotto o sándwich) y encontrar un equilibrio entre una dieta carnívora y vegetal.
Desde el punto de vista nutricional, además, no hay que temerle a la carne de res: si la consumimos con moderación, puede ofrecer una serie de beneficios para la salud. Al elegir mostaza de calidad sin químicos y aditivos innecesarios, además, apoyamos la pureza del sabor y del cuerpo. Y como dice el conocido chef francés Raymond Blanc: “Cuando trabajas con buenos ingredientes, el mayor arte es no estropearlos”.
Ya sea que optes por rodajas de ternera a la mostaza, prepares estofado al estilo de la abuela, o prefieras modernas tiras de ternera a la mostaza con batatas, siempre hay una manera de combinar tradición, sabor y un enfoque responsable. Porque la comida no es solo combustible: es una historia que contamos cada día de nuevo.