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Tapas españolas - pequeños manjares con gran carácter

Cuando se menciona tapas, la mayoría de la gente imagina bares españoles con una atmósfera bulliciosa y amigable, una copa de vino o vermut en una mano y un pequeño plato de delicias en la otra. Las tapas no son solo comida, son un símbolo de la vida social, la alegría de estar con amigos y la celebración de ingredientes simples pero sabrosos. En los últimos años, el concepto de tapas se ha extendido más allá de las fronteras de España y hoy en día se pueden disfrutar prácticamente en cualquier parte del mundo. Pero, ¿sabes qué tipos de tapas existen realmente?

El origen de las tapas está rodeado de leyendas. Una de ellas cuenta que el rey español Alfonso X decidió sabiamente que con el vino debía servirse un pequeño refrigerio para evitar el exceso de alcohol. Otra variante sostiene que la palabra tapa (en español "cubierta") proviene de la época en que las copas de vino se cubrían con un trozo de pan o jamón para evitar que cayera polvo o insectos. Sea cual sea la verdad, una cosa es segura: las tapas se han convertido en una parte inseparable de la cultura española.

Tipos tradicionales de tapas que todos deberían conocer

En España, las tapas varían no solo según la región, sino también según la hora del día y la temporada. Sin embargo, existen algunos tipos clásicos de tapas que se pueden encontrar en casi cualquier bar desde Barcelona hasta Sevilla. Entre ellos se encuentran las famosas aceitunas, quesos, jamones curados o pescaditos en escabeche. Estos sencillos aperitivos a menudo sirven como entrante para algo mayor, pero muchas veces se convierten en una cena completa.

Una de las tapas más populares son las patatas bravas – crujientes dados de patatas fritas, cubiertos con una salsa de tomate picante. Cada establecimiento tiene su propia receta, por lo que el sabor puede variar de ligeramente dulce a intensamente picante. Otro ícono es la tortilla española, la tortilla española de huevos, patatas y cebolla. Sencilla, contundente y servida caliente o fría.

Igualmente populares son las croquetas, crujientes croquetas rellenas de crema bechamel y varios ingredientes – más comúnmente jamón serrano, queso o pollo. ¿Y qué tal las albóndigas, pequeñas albóndigas en salsa de tomate o almendras? Estas tapas son especialmente apreciadas durante los meses más fríos.

A quienes les gustan los mariscos, les encantará las gambas al ajillo – gambas salteadas rápidamente en aceite de oliva con ajo y chile fresco. Sencillo, aromático y extremadamente sabroso. En la región de Galicia, es tradicional el pulpo a la gallega, es decir, pulpo servido sobre patatas troceadas con pimentón y sal marina.

Variaciones regionales - cada área tiene sus especialidades

Una de las razones por las que las tapas son tan fascinantes es su diversidad. Cada región española aporta algo propio y único a esta tradición. Andalucía, considerada la cuna de las tapas, ofrece aperitivos ligeros y refrescantes – como salmorejo, una sopa fría de tomate de Córdoba, o berenjenas con miel, berenjenas fritas con miel.

En el País Vasco, las tapas a menudo se encuentran bajo el nombre de pintxos – pequeños bocados, a menudo ensartados con un palillo, que mantienen juntas varias capas de sabor. Puede ser una combinación de queso, anchoas, pimiento y aceitunas, o incluso un mini hamburguesa servida sobre un trozo de pan. En la ciudad de San Sebastián, es común ver los pintxos expuestos en la barra y los clientes se sirven lo que desean – se cobra según el número de palillos.

En Cataluña, las tapas a menudo se asocian con pa amb tomàquet – rebanada de pan untada con ajo, tomate fresco y aceite de oliva. Este sencillo pan se complementa con otras delicias, como jamón ibérico o queso de oveja local.

Es interesante que en algunas ciudades, especialmente en Granada, se sirven tapas gratis con la bebida solicitada – cuanto más se pide, más grandes y sustanciosos son los platos que se sirven.

Las tapas como estilo de vida – e inspiración también para las mesas checas

Pero las tapas no son solo comida. Son compartir, desacelerar y encontrar tiempo para sentarse, conversar y probar diferentes sabores. Este modo de comer tiene algo muy natural – en lugar de un gran plato único, se sirven varios platos más pequeños que las personas comparten entre sí. El resultado es una experiencia llena de diversidad, tanto en sabores como en compañía.

Un ejemplo puede ser una celebración familiar en un pequeño pueblo cerca de Málaga. En la mesa aparece un tazón de aceitunas marinadas con piel de naranja, un platillo con lonchas de jamón curado y queso, junto a una tortilla cortada en cuadrados y un pequeño tazón con ensalada de atún. La abuela sirve vino casero, los niños comen pulpo y todos ríen y conversan. Nadie tiene prisa – las tapas no son una carrera, sino una oportunidad de estar juntos.

Y es precisamente este espíritu de compartir y relajarse lo que podemos incorporar en nuestra vida cotidiana aquí también. Las tapas no están atadas a reglas – siéntete libre de preparar tus propias versiones. Pequeños tazones con hummus, verduras asadas, champiñones marinados o incluso pimientos encurtidos caseros pueden crear una variada oferta para amigos y familiares.

Las versiones más saludables de las tapas son perfectas para quienes intentan comer de manera sostenible y consciente. En lugar de carne, se pueden usar legumbres, verduras locales o productos fermentados. Y si prefieres un enfoque bio o cero residuos, las tapas son ideales – se preparan con menos ingredientes, a menudo con lo que ya tienes en casa, minimizando así el desperdicio.

Como dice el famoso chef español Ferran Adrià: "Las tapas no son sobre recetas – son sobre actitud." Y eso es algo con lo que se puede estar de acuerdo. Las tapas combinan creatividad, hospitalidad y la alegría de un alimento compartido.

Consejos para tapas caseras que cualquiera puede hacer

Si decides preparar una noche de tapas en casa, no tienes que seguir recetas tradicionales. Lo importante es que la comida sea sabrosa, fácil de servir e idealmente también decore la mesa. Aquí hay algunos consejos que pueden servir como inspiración:

  • Aceitunas marinadas con hierbas y ajo – solo unas pocas horas en aceite de oliva con romero y piel de limón
  • Mini brochetas de tomates cherry, mozzarella y albahaca – una fusión checo-italiana en un solo bocado
  • Batatas al horno con tahini y sésamo – una gran alternativa vegana
  • Tempeh a la parrilla con salsa tamari – un producto de soja fermentada como alternativa más saludable a la carne
  • Hummus casero con pimiento asado – ligero, nutritivo y colorido

Al servir, no escatimes en vajilla colorida, tablas de madera o tazones de diferentes tamaños. El aspecto visual también juega un papel importante.

Las tapas no son solo un plato – son una forma de vida que se basa en compartir, diversidad y la alegría de los sabores. Ya sea que elijas las clásicas patatas bravas o prepares tus propias variaciones de verduras en casa, siempre se trata de una experiencia que une a las personas. Tal vez por eso las tapas están encontrando su camino también en las cocinas checas – como un símbolo de placer natural, lentitud y una mesa compartida.

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