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Cómo hacer chinkali original en casa y sorprender a los amigos

Chinkali - la tradición de los dumplings georgianos que conquista las cocinas del mundo

Cuando se menciona Georgia, mucha gente piensa en las pintorescas montañas del Cáucaso, personas hospitalarias y comida rica y especiada. Pero pocos platos capturan el espíritu georgiano tan perfectamente como chinkali: jugosos dumplings rellenos de carne que se han convertido en un símbolo de la cocina nacional. Y aunque a primera vista pueden parecerse a dumplings asiáticos como los baozi chinos o los manty de Asia Central, los chinkali tienen su origen único, tradición y método de preparación.

Origen e historia de los chinkali

Los chinkali (a menudo transcritos como "chinkali" o "khinkali") provienen de las regiones montañosas del norte de Georgia, especialmente de las regiones de Jevsureti y Mtsjeta-Mtianetia. Fue allí, en las duras condiciones bajo el Cáucaso, donde surgió un plato que debía ser nutritivo, fácil de almacenar y al mismo tiempo fácil de transportar en largos viajes. Cuando los pastores y guerreros se aventuraban en las montañas, necesitaban algo que los saciara y les diera energía. Y precisamente los chinkali, con su abundante relleno de carne y caldo en su interior, se convirtieron en el alimento ideal para los viajes.

Con su creciente popularidad, la receta de los chinkali se extendió a todos los rincones de Georgia, junto con diversas variantes de rellenos, desde la clásica mezcla de carne hasta versiones vegetarianas rellenas de hongos, papas o queso.

¿Qué son exactamente los chinkali?

A primera vista, parecen elegantes bolsitas de masa. Sin embargo, en su interior se esconde un jugoso relleno, compuesto por una mezcla de carne molida (generalmente de res y cerdo, a veces también de cordero), hierbas frescas, especias y agua o caldo, que durante la cocción se transforma en un delicioso jugo. Precisamente este caldo hace que los chinkali sean excepcionales: con la preparación adecuada, se forma una cápsula con caldo de carne caliente dentro del dumpling, que debe sorberse con cuidado antes de disfrutar del resto del plato.

Una de las normas no escritas al comer chinkali es que se comen con las manos, sin utensilios. Se sujetan por el nudo superior de la masa, que generalmente no se come, y con un solo mordisco se abre. Luego se sorbe el caldo caliente y solo después se come el resto del dumpling. Es un poco ritual, un poco destreza, y definitivamente una experiencia.

Cómo preparar chinkali en casa

Aunque la preparación de los chinkali puede parecer complicada, con un poco de paciencia y práctica, cualquiera puede lograrlo. Es importante seguir varios pasos clave para asegurar que el plato final sea auténtico y sabroso.

Receta básica de chinkali (para 4 personas)

Para la masa:

  • 500 g de harina de trigo
  • aproximadamente 250 ml de agua (según sea necesario)
  • una pizca de sal

Para el relleno:

  • 300 g de carne molida de res
  • 200 g de carne molida de cerdo
  • 1 cebolla mediana, finamente picada
  • un puñado de cilantro fresco o perejil
  • sal, pimienta negra recién molida
  • aproximadamente 100 ml de agua fría o caldo

Comienza con la masa. Sazona la harina con sal, añade agua y amasa una masa suave y elástica, que dejarás reposar al menos 30 minutos. Mientras tanto, prepara el relleno mezclando todos los ingredientes. Es importante añadir suficiente líquido, que durante la cocción se convierte en jugo, por lo que el relleno debe estar húmedo, pero no líquido.

Extiende la masa en un manto y corta círculos (aproximadamente 12 cm de diámetro). Coloca una cucharada de relleno en el centro de cada círculo y pliega la masa alrededor del borde en forma de acordeón; típicamente se hacen de 15 a 20 pliegues, que se unen en un nudo en la parte superior.

Cocina los dumplings en agua con sal hirviendo durante unos 10 minutos, hasta que floten y se ablanden.

Al servir, a menudo solo se espolvorean ligeramente con pimienta negra recién molida - sin salsas ni guarniciones. Los chinkali son en sí mismos un plato rico y completo.

Variantes vegetarianas y modernas

Con el creciente interés por la alimentación vegetal, también están apareciendo versiones vegetarianas de chinkali. Un relleno popular es de hongos salteados con cebolla frita, puré de papas con cebolla caramelizada o una mezcla de quesos georgianos. Gracias a esto, un plato tradicionalmente "carnoso" se convierte en una comida versátil que puede ser disfrutada por prácticamente todos, ya sea que coman carne o no.

En algunos restaurantes modernos también se pueden encontrar chinkali horneados, que en lugar de cocerse al vapor o en agua, se hornean y adquieren una superficie crujiente. Aunque para los puristas esta versión puede parecer poco ortodoxa, los experimentos gastronómicos demuestran que los chinkali pueden adaptarse a nuevos sabores y seguir siendo fieles a su origen.

Símbolo de cultura y hospitalidad

Los chinkali no son solo comida, sino también parte de la cultura gastronómica georgiana. En los hogares y restaurantes georgianos, suelen servirse en grandes banquetes llamados supra, donde se canta, se brinda con vino y se mantienen conversaciones apasionadas. Cada invitado tiene la oportunidad de disfrutar de varios dumplings calientes directamente de la olla, con énfasis en compartir y disfrutar juntos de la comida.

Según la tradición local, se evalúa la habilidad del cocinero según el número de pliegues en el dumpling: cuantos más, mejor. Dicen que los maestros de chinkali pueden hacer hasta 30 pliegues en una sola pieza.

Chinkali en la República Checa

Incluso en nuestro país, los chinkali están encontrando su lugar. En algunas ciudades, ya han surgido restaurantes caucásicos especializados, donde se pueden probar auténticos chinkali. Pero incluso los cocineros caseros cada vez más se atreven a prepararlos, y no es de extrañar. La combinación de simplicidad, autenticidad y sabor intenso atrae incluso a aquellos que no suelen ser fanáticos de la cocina georgiana.

Por ejemplo, en la ciudad de Plzeň, recientemente abrió un pequeño restaurante familiar dirigido por una pareja georgiana. Sus chinkali caseros, preparados según la receta de la abuela, se han convertido en un éxito local en pocos meses. La gente los lleva en cajas, congelados a casa, o los disfruta acompañados de una copa de buen vino.

Una de las visitantes escribió recientemente en las redes sociales: "Nunca hubiera creído que se pudieran encontrar tantos sabores dentro de un dumpling. Los chinkali son como un pequeño tesoro en el plato para mí."

Un paso más hacia la sostenibilidad

Aunque los chinkali no son típicamente un plato ecológico, su preparación casera puede ser un paso hacia una cocina más sostenible. Evitamos los envases de plástico de los productos semielaborados, sabemos exactamente qué estamos comiendo y, además, tenemos la opción de elegir ingredientes locales y de calidad, ya sea carne de un agricultor o hierbas orgánicas de nuestro propio jardín.

Otra ventaja es que podemos preparar chinkali por adelantado y congelarlos, convirtiéndolos en una cena rápida y sabrosa incluso en épocas en las que no hay tiempo o inspiración para cocinar.

Ya sea que decidas probarlos en un restaurante o prepararlos en casa siguiendo la receta tradicional de chinkali, una cosa es segura: experimentarás el sabor de Georgia en su forma más generosa. No solo como comida, sino como una experiencia que une a las personas alrededor de una mesa.

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