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Por qué (y cómo) cuidar la limpieza del peine: un detalle oculto de tu higiene diaria

Cuando se habla de higiene personal, la mayoría de nosotros pensamos en lavarnos las manos regularmente, cepillarnos los dientes o ducharnos. Pero, ¿cuántos de nosotros limpiamos regularmente nuestro peine para el cabello? Es un objeto que usamos casi a diario y que entra en contacto no solo con nuestro cabello, sino también con el cuero cabelludo, el sebo, los productos de estilizado y, a menudo, con el polvo del entorno. Un peine sucio puede llevar más bacterias y suciedad de lo que imaginamos, y limpiarlo no es una ciencia complicada.

¿Con qué frecuencia limpiamos el peine? ¿Y qué queda en él?

Imagínate que acabas de lavar tu cabello, lo secas con una toalla y luego tomas un peine que limpiaste... ¿cuándo fue la última vez? Para la mayoría de las personas, la respuesta es incómodamente vaga. Y, sin embargo, en el peine se acumulan cabellos, restos de productos capilares, sebo, caspa, polvo y microorganismos, que transferimos de nuevo al cabello recién lavado durante el peinado. Si el peine no se limpia regularmente, puede llevar a la irritación del cuero cabelludo, al engrase rápido del cabello y, en algunos casos, a la propagación de piojos o infecciones bacterianas.

Sabes cómo es: peinar el cabello seco después de aplicar laca, gel o una mascarilla sin enjuague. Los restos de estos productos crean una película pegajosa en los dientes del peine, a la que se adhieren polvo y suciedad. Y si examináramos un peine usado bajo un microscopio, a menudo encontraríamos colonias de bacterias o moho.

Cómo limpiar un peine para el cabello: pasos sencillos que cualquiera puede seguir

La regla básica es: cuanto más uses el peine, más a menudo deberías limpiarlo. Idealmente, una vez a la semana, o al menos cada 14 días. El proceso de limpieza depende del tipo de peine: se procede de manera diferente con un peine de plástico, que con uno de madera o metálico.

Procedimiento universal para peines de plástico o silicona:

  1. Primero, retira todos los cabellos atrapados del peine, preferiblemente con un palillo de dientes o un cepillo de dientes viejo.
  2. Prepara un recipiente con agua tibia y añade una cucharada de champú suave o jabón líquido.
  3. Sumerge el peine en el agua durante al menos 10-15 minutos.
  4. Usa un cepillo de dientes o un cepillo suave y limpia a fondo cada diente y los espacios entre ellos.
  5. Enjuaga bajo agua corriente y deja secar al aire sobre una toalla.

Los peines de materiales naturales, especialmente de madera, no deben mojarse. En este caso, basta con un paño húmedo con un poco de champú o agua con vinagre para limpiar el peine suavemente, y luego secarlo inmediatamente con un paño seco. Los materiales naturales son más propensos a dañarse con la humedad, pero al mismo tiempo suelen ser mucho más suaves con el cabello.


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Cómo limpiar un peine de piojos: no es solo cuestión de niños

Aunque se habla de la aparición de piojos principalmente en relación con los niños, el piojo de la cabeza (Pediculus capitis) no discrimina. Y si aparecen en el cabello, es importante pensar en un enfoque integral para eliminarlos: no solo erradicar los piojos y liendres en la cabeza, sino también limpiar a fondo todos los objetos que entran en contacto con el cabello.

Si recientemente has lidiado con piojos, es importante limpiar a fondo el peine: primero retira todos los cabellos, luego sumérgelo durante 15 a 30 minutos en agua caliente (al menos 60 °C) con un poco de vinagre o un desinfectante especial. Después de remojarlo, toma un cepillo, frótalo bien y enjuágalo. Y si quieres estar completamente seguro, mételo en el congelador por unas horas: los piojos y sus liendres no sobreviven a las temperaturas frías.

Para peines de metal, es seguro hervirlos brevemente en agua. Sin embargo, es importante tener cuidado con los peines de materiales naturales, que podrían dañarse.

Una vez que el hogar se ve afectado por piojos, no basta con tratar solo el cabello: peines, cepillos, pinzas, gorras, almohadas y fundas pueden convertirse en fuentes ocultas de reinfección. La limpieza meticulosa de todas las herramientas capilares es esencial para manejar con éxito toda la situación.

Cómo limpiar un peine cuando tienes prisa

A veces, simplemente no hay tiempo para limpiar el peine a fondo, como cuando después de una fiesta notas que está completamente pegajoso de mousse y aceite para el cabello. En tales momentos, basta con una desinfección rápida: toma un algodón o un paño, empápalo en alcohol o alcohol, pasa cuidadosamente por el peine y el mango, y luego déjalo secar al aire por un momento. El alcohol hará su trabajo y en unos minutos el peine estará como nuevo, sin olor y listo para usarse nuevamente.

Este método también es útil cuando se viaja o cuando se comparte el peine entre varias personas, como en rodajes, sesiones fotográficas o en clubes deportivos.

Un peine limpio como parte de la rutina de higiene

El cuidado del peine a menudo se pasa por alto, pero es tan importante como cambiar el cepillo de dientes. El peine debe estar no solo limpio, sino también revisado regularmente. ¿Tiene dientes dañados? ¿Está oxidado? ¿Tira o rompe el cabello al peinarlo? En tal caso, es hora de cambiarlo. Incluso el peine más limpio, si daña mecánicamente el cabello, no cumple su función.

Un ejemplo interesante es el de una joven esteticista de Plzeň, quien al trabajar con sus clientas notó que algunas mujeres tenían el cuero cabelludo notablemente irritado. Tras un análisis más detallado, descubrió que el denominador común era un peine viejo y sucio que llevaban de casa. Desde entonces, aconseja a sus clientas no solo sobre cómo cuidar la piel y el cabello, sino también sobre cómo limpiar adecuadamente las herramientas capilares.

Como dice el conocido peluquero y experto en cuero cabelludo Philip Kingsley: “Cuando te peinas, básicamente te estás dando un masaje en la cabeza. Y así como no te darías un masaje relajante con una herramienta de masaje sin lavar, no deberías peinarte el cabello con un peine sucio."

Pequeños hábitos con gran impacto

Agregar un hábito simple, como enjuagar rápidamente el peine después de cada uso o limpiarlo más a fondo una vez a la semana, puede tener un impacto sorprendente en la calidad del cabello. Un peine limpio asegura que no se devuelvan al cabello las viejas impurezas, el sebo ni los microorganismos que podrían causar irritación o empeorar la condición del cuero cabelludo.

Además, en el contexto de un estilo de vida sostenible, que se está convirtiendo en una parte cada vez más importante del hogar moderno, tiene sentido cuidar las cosas que ya tenemos, en lugar de cambiarlas con frecuencia. La larga vida útil del peine va de la mano con su mantenimiento regular.

El cuidado de nuestra salud no se basa solo en lo que comemos o con qué frecuencia hacemos ejercicio. También se esconde en los detalles más pequeños de la rutina diaria, como justamente en cómo limpiamos nuestro peine para el cabello. Una vez que adoptamos este hábito discreto, se vuelve parte automática del día, como la higiene matutina. Un cambio aparentemente pequeño, pero con un gran efecto para la salud del cabello y el cuero cabelludo.

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