
Receta para preparar termix fácil y rápidamente en casa

Cómo preparar en casa un auténtico termix de vainilla y chocolate sin aditivos
¿Recuerdas esos almuerzos escolares cuando sacabas un vasito de termix de tu mochila y lo comías lentamente con una cuchara? Para muchos de nosotros, este postre cremoso es un símbolo de la infancia. Sin embargo, hoy en día, con el creciente interés por la alimentación saludable y la producción casera, el termix vuelve a estar en escena en una nueva forma: sin conservantes, colorantes artificiales ni aromas. Preparar un termix casero no es difícil en absoluto; al contrario, es una receta sorprendentemente sencilla que cualquiera puede hacer si tiene queso quark en la nevera y algunos ingredientes básicos.
¿De qué está hecho realmente el termix?
El termix clásico que conocemos de las tiendas es un postre de queso quark con azúcar, cacao o vainilla y, a veces, crema. Sin embargo, también contiene espesantes, aromas artificiales y conservantes que le prolongan su vida útil. Si optas por fabricar tu propio termix casero, no solo evitarás que tu cuerpo consuma aditivos innecesarios, sino que también obtendrás una experiencia de sabor difícil de igualar con el producto comprado.
Ya sea que prefieras el clásico termix de vainilla o el termix de chocolate, la base de la receta es casi siempre la misma: un buen queso quark, un poco de crema o mantequilla, un edulcorante (preferiblemente natural) y un componente de sabor según tus preferencias: vainilla, cacao o incluso ambos. La ventaja de la producción casera es que puedes ajustar todo a tu gusto: menos dulce, más cremoso, vegano o sin lactosa.
Termix de vainilla como el de la abuela
Si tienes que empezar con algo, definitivamente debería ser el clásico termix de vainilla: es maravillosamente cremoso, fragante y tan suave que su sabor podría transportarte a la infancia. Lo preparas en un dos por tres: necesitas queso quark (preferiblemente en tarrina, pero no debe ser muy líquido), crema para batir, un poco de azúcar o incluso miel, vainilla (extracto o semillas de vaina) y una pizca de sal para ajustar el sabor.
Primero bate el queso quark con el azúcar hasta que esté suave, añade la vainilla y una pizca de sal, luego incorpora poco a poco la crema hasta obtener una crema suave y esponjosa. Pon el termix terminado en tazones y déjalo reposar en la nevera al menos 30 minutos. A diferencia de las versiones compradas, te sorprenderá la suavidad y el sabor auténtico de la vainilla sin un regusto artificial. Algunas amas de casa también añaden un poco de mantequilla derretida para una consistencia aún más suave, pero eso ya es completamente opcional.
Termix de chocolate sin química innecesaria
Los amantes del cacao y el chocolate adorarán la receta casera de termix de chocolate, que es tan sencilla como la de vainilla, pero gracias al cacao, adquiere profundidad e intensidad. Y si utilizas cacao holandés de calidad o incluso trozos de chocolate negro, el resultado puede competir con los postres más lujosos.
Para este sencillo termix de chocolate, prepara 250 g de queso quark graso, dos cucharadas de cacao de calidad, 3-4 cucharadas de jarabe de arce (u otro edulcorante natural), un poco de crema - la cantidad exacta depende de la consistencia que desees - y para un sabor extra a chocolate, puedes añadir chocolate negro derretido. Finalmente, ajusta el sabor con una pizca de sal y listo.
El queso quark se bate con el cacao y el jarabe, luego se incorpora la crema y eventualmente el chocolate. El resultado es una crema suave y oscura que deleitará incluso a los paladares más exigentes. Si lo dejas un rato en la nevera, los sabores se integran maravillosamente y el termix adquiere una textura aún mejor.
¿Por qué vale la pena hacer termix en casa?
Una de las principales razones por las que cada vez más personas recurren a la preparación casera de termix es el control sobre los ingredientes. Aunque en las tiendas puedes encontrar variantes de postres de queso quark "orgánicos", a menudo son caros y, sin embargo, contienen almidones, estabilizantes o espesantes. En la versión casera, puedes elegir los ingredientes según tus preferencias, ya sea queso quark de una granja, crema vegetal o un edulcorante apto para diabéticos.
Un gran ejemplo es una madre de dos niños pequeños de Brno, que decidió reemplazar los dulces comprados con alternativas más saludables. "Cuando leí los ingredientes del termix que le daba a mi hijo, me quedé en shock. No quiero que desde pequeño consuma aromas y colorantes. Ahora le hago un termix de vainilla casero con miel y siempre pide más", dice sonriendo.
Hacer termix casero también es más ecológico: evitas los vasos y envases de plástico que terminan en la basura. En su lugar, puedes servir el postre en frascos o tarros con tapa y llevarlo contigo en tus viajes.
¿Se puede preparar una versión vegana o sin lácteos?
Sí, y no es complicado. En lugar de queso quark, puedes usar yogur de soja o coco, o una mezcla de anacardos y leche vegetal. En lugar de crema, opta por crema de coco o una alternativa de avena. El sabor será algo diferente, pero aún muy agradable y especialmente adecuado para veganos o personas con intolerancia a la lactosa.
Una opción interesante es también añadir plátano, que naturalmente endulza y espesa el termix. En este caso, a menudo no es necesario añadir ningún otro edulcorante. El postre es entonces adecuado incluso para los niños más pequeños.
Pequeños consejos para un termix casero perfecto
Al preparar termix casero, vale la pena recordar algunos pequeños trucos:
- Usa queso quark graso: las versiones desnatadas son acuosas y menos cremosas.
- No escatimes en la vainilla: el extracto de vainilla o las semillas de la vaina le darán un aroma auténtico.
- Elige edulcorantes naturales, como miel, jarabe de arce o de agave: aportan sabor y nutrientes.
- Si deseas una consistencia extra suave, mezcla el queso quark con una batidora de mano durante unos minutos.
- Añade una gota de jugo de limón si el termix te parece demasiado dulce: la acidez equilibra el sabor.
Si te entusiasma la fabricación casera de termix, puedes probar otras variaciones: de fresa con frutas trituradas, de caramelo con jarabe de dátiles o de nuez con mantequilla de almendra. La fantasía no tiene límites.
"Para mí, el termix casero es un regreso a la infancia, pero mejor: sabe igual, pero sé lo que contiene", dice la nutricionista Markéta Gajdošová para la revista Zdraví.
Y ahí radica la magia de la cocina casera. Cuando sabes lo que comes, no solo disfrutas más de la comida, sino que también haces algo bueno para tu salud y el planeta. Entonces, ¿por qué no hacer termix en casa la próxima vez en lugar de visitar la vitrina refrigerada en el supermercado? Solo necesitas unos minutos y la cuchara se hundirá en la crema con una sensación completamente nueva: de alegría, nostalgia y conciencia de que has elegido el mejor camino.