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Cómo lavar correctamente una mochila para que dure años y siga luciendo como nueva

La mochila es un objeto que pocos realmente cuidan. El uso diario, los viajes inesperados, las lluvias repentinas o las meriendas derramadas, todo eso deja su huella con el tiempo. Ya sea una mochila escolar favorita de un niño, una mochila de trekking de la marca Deuter o una mochila urbana versátil, tarde o temprano llega el momento en que simplemente necesita una buena limpieza. Pero, ¿cómo lavar una mochila sin dañarla o deformarla?

Limpiar una mochila puede parecer sencillo a primera vista: simplemente se mete en la lavadora, se enciende el programa y listo. Sin embargo, este atajo puede ser no solo ineficaz, sino también irreversiblemente dañino para la estructura y los materiales de la mochila. Por eso es bueno saber cómo lavar una mochila correctamente, y sobre todo cuándo realmente se puede lavar en la lavadora.

Antes de comenzar: lee la etiqueta y conoce el material

Cada mochila es un poco diferente. Diferentes marcas, diversos materiales, distintos propósitos de uso. Por eso, el paso más importante es leer la etiqueta dentro de la mochila, donde el fabricante usualmente proporciona instrucciones de cuidado. Si en ella se indica expresamente que la mochila no es apta para el lavado en lavadora, es mejor seguir ese consejo.

Especialmente las mochilas con refuerzos metálicos, revestimiento impermeable o con elementos de espuma prominentes no deben lavarse en lavadora. Podrían deformarse, dañar el tambor de la lavadora o perder sus propiedades repelentes al agua. Por otro lado, algunas mochilas escolares modernas o modelos urbanos tienen refuerzos extraíbles y están diseñadas para soportar un lavado en un programa delicado.

Cómo lavar una mochila escolar: limpieza sin compromisos

Las mochilas escolares sufren mucho. Los niños las dejan en el suelo, llevan restos de comida, lápices de colores, ropa mojada o calzado de repuesto. No es sorprendente que después de unos meses comiencen a perder color y olor.

Primero, saca todo el contenido de la mochila, incluidas monedas olvidadas, caramelos o cuadernos. Si la mochila tiene refuerzos extraíbles o fondo de plástico, es recomendable retirarlos antes de lavarla. A continuación, aspira o sacude la mochila para deshacerte del polvo, migas y otras suciedades.

Para una limpieza a fondo, lo ideal es el lavado a mano. Llena una bañera o un recipiente grande con agua tibia, añade un detergente suave, preferiblemente ecológico y sin químicos agresivos, y frota suavemente la mochila con un cepillo suave o una esponja. Concéntrate en las correas, la parte inferior y los bolsillos internos, donde la suciedad se acumula más. Después de lavar, enjuaga bien la mochila con agua limpia y déjala secar al aire, idealmente colgada boca abajo y fuera de la luz solar directa.

Si el estado de la mochila es tal que la limpieza a mano no es suficiente, surge la pregunta: ¿se puede lavar una mochila escolar en la lavadora? En algunos casos sí, pero con mucha precaución. Elige un programa para ropa delicada, a una temperatura máxima de 30 °C y solo a bajas revoluciones. Coloca la mochila en una bolsa de lavado o en una funda de almohada vieja y usa un gel de lavado suave. No se recomienda el suavizante, ya que puede afectar la repelencia al agua del material.

Cómo lavar una mochila Deuter: la leyenda entre las mochilas de exterior

La marca Deuter es sinónimo de calidad y confiabilidad entre las mochilas de senderismo. Por eso es importante abordar su mantenimiento con respeto. Entonces, ¿cómo lavar una mochila Deuter sin dañar su funcionalidad?

Deuter recomienda limpiar a mano con agua tibia y un jabón suave. El uso de la lavadora no es adecuado, ya que la mayoría de las mochilas Deuter tienen refuerzos, un sistema de respaldo ajustable, revestimientos especiales y elementos reflectantes que pueden dañarse. También se debe prestar atención especial a las cremalleras y costuras, ya que las suciedades acumuladas pueden provocar fallos con el tiempo.

Para el lavado a mano, lo mejor es usar un cepillo suave o una esponja. Después de lavar, deja que la mochila se seque de manera natural; nunca la seques sobre un radiador ni en una secadora. Si la mochila está notablemente sucia después de una excursión, por ejemplo, con barro o sudor, puedes remojarla previamente y dejar que el detergente actúe, pero nunca uses productos de limpieza agresivos.

Un ejemplo interesante es la historia de una familia que, después de una excursión de tres días en las Montañas Krkonoše, regresó a casa con mochilas cubiertas de barro de la base al cierre. Limpiaron las mochilas Deuter a mano solo con agua, un cepillo suave y jabones naturales, y después de secarse, parecían nuevas. Lo importante es no irritar la capa protectora y preservar la funcionalidad que tanto aprecian los clientes de esta marca.

¿Qué hacer para que la mochila no empiece a oler?

Especialmente las mochilas escolares y deportivas tienden a empezar a oler con el tiempo; una mezcla de sudor, humedad, una manzana olvidada y calcetines viejos no es difícil de imaginar. Para evitar esto, se recomienda ventilar la mochila regularmente y limpiarla con un paño húmedo. Los bolsillos internos pueden humedecerse por la ropa mojada o la lluvia, por lo que es bueno dejarlos abiertos y secar al llegar a casa.

Si la mochila ya huele, puede ayudar la bicarbonato de sodio. Simplemente espolvoréala en el fondo de la mochila y déjala actuar durante la noche; absorberá los olores de manera natural. Luego, simplemente aspírala con una aspiradora de mano o sacúdela.

En las mochilas deportivas, como aquellas con bolsillos para zapatos, vale la pena usar ambientadores de aire naturales, como bolsitas con lavanda, hierbas secas o carbón activado.

¿Podemos impermeabilizar la mochila?

Si la mochila está expuesta frecuentemente a la lluvia o a ambientes húmedos, es bueno restaurar su capa repelente al agua después del lavado y secado. Los sprays impermeabilizantes especiales diseñados para telas ayudan al material a resistir el agua y la suciedad. Se aplican sobre una superficie seca y limpia y se dejan secar bien. Funcionan mejor en materiales sintéticos como el poliéster o el nylon, que se usan frecuentemente en mochilas de senderismo.

Al elegir una impregnación, recomendamos optar por productos ecológicos, que no contengan compuestos fluorados dañinos (PFC). Estos no solo pueden contaminar el medio ambiente, sino también irritar la piel.

¿En qué debemos tener cuidado para que la mochila dure mucho tiempo?

  • No la sobrecargues: la deformación y sobrecarga pueden dañar las cremalleras y costuras.
  • No la expongas al sol por períodos prolongados: la radiación UV desteñirá los colores y debilitará el material.
  • No la seques en secadora: las altas temperaturas destruyen los revestimientos y deforman la estructura.
  • Evita la limpieza en seco: el percloroetileno y otras sustancias pueden dañar el tejido y el relleno.

Como dijo una vez el escritor estadounidense Henry David Thoreau: "No importa lo que llevamos, sino cómo lo cuidamos." Y eso también aplica a la mochila. Una mochila bien lavada, bien secada y adecuadamente guardada durará años, ya sea que la lleves al pasillo de la escuela, a la ciudad o a una caminata por la montaña.

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