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Descubra cómo se presenta el shock hiperglucémico y qué lo causa.

Qué es el choque hiperglucémico y cómo reconocerlo a tiempo

En la actualidad, cuando cada vez más personas lidian con la diabetes, ya sea diagnosticada o aún oculta, es importante conocer las complicaciones menos conocidas pero graves asociadas con esta enfermedad. Una de ellas es el choque hiperglucémico, una condición en la que el nivel de azúcar en la sangre se dispara a valores extremadamente altos y el organismo deja de funcionar correctamente. Es una situación potencialmente mortal que requiere intervención inmediata, aunque pocos lo saben.

La hiperglucemia generalmente significa un aumento del nivel de glucosa en la sangre, lo opuesto a la hipoglucemia, donde hay poca azúcar. Sin embargo, si el nivel de azúcar supera ciertos valores y el organismo no puede manejar la situación, puede ocurrir un colapso metabólico conocido como choque hiperglucémico. Este afecta principalmente a personas con diabetes tipo 1 y tipo 2, especialmente si olvidan administrarse insulina, dosifican incorrectamente los medicamentos o si su cuerpo enfrenta una infección severa o estrés.


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Cómo reconocer los síntomas del choque hiperglucémico a tiempo

Es fácil confundir los primeros síntomas con agotamiento o fatiga común, lo que hace que la hiperglucemia sea tan peligrosa. Los síntomas más comunes del choque hiperglucémico incluyen:

  • sed intensa y sequedad en la boca,
  • micción frecuente, a veces incluso por la noche,
  • dolor de cabeza y visión borrosa,
  • pulso acelerado y respiración profunda (conocida como respiración de Kussmaul),
  • fatiga, somnolencia, confusión,
  • pérdida de conciencia.

Cuanto más tiempo permanece el nivel de glucosa extremadamente alto, peor se encuentra el organismo. Las células del cuerpo no reciben la energía necesaria, el cuerpo entra en modo de emergencia y comienza a descomponer grasas, lo que lleva a un aumento de la acidez en la sangre, un estado conocido como cetoacidosis diabética. Este proceso puede resultar en un estado de choque, durante el cual las funciones vitales básicas dejan de funcionar. Por ejemplo, en el caso de una joven diabética que olvidó administrarse insulina durante una fiebre, desarrolló cetoacidosis severa en poco tiempo. Después de horas de malestar y vómitos, perdió el conocimiento y fue trasladada al hospital a la unidad de cuidados intensivos. Afortunadamente, el tratamiento oportuno le salvó la vida.

¿Qué valores de glucosa son peligrosos?

El nivel normal de azúcar en la sangre oscila entre aproximadamente 4 a 6 mmol/l en ayunas, y puede ser ligeramente más alto después de comer. Sin embargo, si la glucosa en sangre alcanza valores superiores a 13.9 mmol/l, hablamos de hiperglucemia significativa. Los valores considerados críticos son generalmente superiores a 16-17 mmol/l, y un estado por encima de 33 mmol/l puede llevar a un choque hiperglucémico.

Es importante darse cuenta de que cada persona puede reaccionar de manera diferente. En algunos diabéticos, el cuerpo puede manejar altos niveles de azúcar durante más tiempo sin mayores problemas, mientras que en otros, el colapso ocurre rápidamente, por ejemplo, en combinación con deshidratación o infección. Por eso es crucial medir regularmente la glucemia y conocer el propio cuerpo.

¿Qué hacer en caso de un choque hiperglucémico?

Cuando te encuentres con una persona que puede estar sufriendo un choque hiperglucémico, es fundamental mantener la calma y reconocer lo más rápido posible que se trata de un estado grave que necesita intervención inmediata. Los síntomas típicos, como vómitos, confusión, dificultad para respirar o incluso pérdida de conciencia, indican que ya no hay tiempo que perder: llama inmediatamente a la ambulancia al número 155.

Hasta que llegue la ayuda, asegúrate principalmente de la seguridad del afectado. Si no respira correctamente o está inconsciente pero aún respira, colócalo en posición lateral para evitar una posible asfixia. Vigila si respira y si su corazón sigue latiendo. Evita darle alimentos o bebidas, especialmente si la persona está inconsciente o parece desorientada.

Si el diabético tiene insulina consigo y todavía está orientado, puede administrársela él mismo, pero solo si sabe lo que está haciendo y realmente está consciente. En situaciones donde los minutos cuentan, una reacción rápida y adecuada puede salvar una vida.

Es crucial no confundir la hiperglucemia con la hipoglucemia. En caso de bajo nivel de azúcar, la ayuda es diferente: se administra azúcar o una bebida dulce. En hiperglucemia, esto podría empeorar la situación. Por eso es mejor que la persona con diabetes lleve consigo una tarjeta o pulsera con información médica, para que quienes lo rodean sepan con qué están lidiando.

La prevención es clave y comienza con el estilo de vida

Aunque pueda parecer que el choque hiperglucémico es una situación extrema, para algunas personas con diabetes ocurre varias veces en la vida. Sin embargo, una prevención adecuada y un cuidado diario de la salud pueden reducir significativamente el riesgo de llegar a tal estado. Esto incluye no solo la medición regular de la glucemia y el cumplimiento del régimen de tratamiento, sino también un enfoque consciente hacia la alimentación, el ejercicio y el bienestar mental.

Los nutricionistas y médicos coinciden en que una dieta basada en plantas y equilibrada con un índice glucémico bajo puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre. Esto incluye productos integrales, legumbres, verduras, nueces y semillas. También es necesario tener cuidado con los azúcares simples, los dulces y las bebidas azucaradas, que pueden causar fluctuaciones repentinas en los niveles de glucosa. Los alimentos ecológicos sin aditivos innecesarios, que se encuentran en tiendas especializadas en un estilo de vida saludable, son un buen recurso.

Además de la dieta, el ejercicio regular es importante, ya sea caminar a paso ligero, nadar o andar en bicicleta. La actividad física ayuda al cuerpo a utilizar mejor la insulina y reducir los niveles de azúcar en la sangre. También tiene un efecto positivo en la mente, que a menudo tiene un mayor impacto en la diabetes de lo que estamos dispuestos a admitir.

Diabetes y tecnología moderna

Gracias a los avances en la medicina y la tecnología, hoy en día la atención a la diabetes no es la misma que hace diez años. Muchos pacientes utilizan monitores continuos de glucosa (CGM), que controlan el nivel de azúcar en tiempo real y advierten de valores peligrosamente altos o bajos. Estos dispositivos se pueden conectar a un teléfono móvil y una aplicación que registra la evolución de la glucemia durante el día.

Otra opción son las bombas de insulina, que administran insulina automáticamente según sea necesario. La combinación de la bomba y el CGM crea un páncreas artificial híbrido, que reduce significativamente el riesgo de complicaciones agudas como el choque hiperglucémico.

Sin embargo, la tecnología no es infalible; sin un enfoque activo del paciente y su entorno, pierde sentido. La educación, el intercambio de experiencias y el diálogo abierto son importantes. Como dice la conocida diabetóloga checa, la Dra. Kateřina Šťastná: "La mejor medicina es la prevención, y comienza con la decisión diaria de cómo enfrentamos la enfermedad."

Aunque el choque hiperglucémico es grave, no es inevitable. Aunque es una complicación que no debe subestimarse, con suficiente conocimiento, el apoyo de los seres queridos y un estilo de vida responsable, se puede reducir significativamente su riesgo. Saber qué hacer en una emergencia puede decidir la vida, y por eso es importante hablar de estos temas.

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