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Descubra lo fácil que es preparar un delicioso kebab en casa.

Cómo preparar kebab casero - una alternativa fresca al fast food

Cuando se menciona la palabra kebab, la mayoría de nosotros probablemente pensemos en una esquina con un puesto de comida, de donde sale el aroma de especias y carne a la parrilla. Pero, ¿qué tal si es posible preparar un kebab así en casa, sin freidora, con ingredientes de calidad y quizás de una forma más saludable? Kebab casero en tortilla, horneado, puede ser tan delicioso como el de un fast food, y además puedes elegir qué y cuánto ponerle. Eso es precisamente el encanto de cocinar en casa: control total sobre el sabor, la calidad y la nutrición.

Puedes preparar kebab casero de muchas maneras, comúnmente con pollo, res o vegetariano. Te sorprenderá lo sencillo que es, si tienes las especias adecuadas y un poco de paciencia. Y si tienes un horno en casa, no necesitas una parrilla vertical como la que usan los kebaberos. Kebab casero al horno está al alcance de prácticamente todos.

Carne de calidad y especias auténticas como base

La base de un buen kebab es, por supuesto, la carne, generalmente muslos de pollo, que son más jugosos que las pechugas. Pero también se puede usar res, cordero o alternativas vegetales. Lo que determina el sabor del kebab no es solo la carne, sino sobre todo la mezcla de especias, la marinada y el método de preparación. La mezcla típicamente incluye pimentón, comino, cilantro, ajo, cebolla, y a menudo una pizca de canela o pimienta de Jamaica molida.

La marinada es la clave del éxito. Idealmente, la carne debería reposar en una marinada de yogur o aceite condimentada durante varias horas; cuanto más tiempo, mejor. El yogur no solo aporta sabor, sino que sus enzimas también ablandan la carne. ¿El resultado? Un bocado perfectamente tierno y aromático.

¿Y cómo hacerlo en la práctica? Imagina una tarde de sábado en la que decides hacer tu propio kebab casero. Marinas la carne por la mañana, la horneas por la noche y la envuelves en una tortilla casera junto con verduras y salsa. Sin prisas, sin filas, sin compromisos.

Kebab casero al horno

Preparar kebab casero al horno puede ser sorprendentemente fácil. Solo necesitas seguir unos pasos básicos que incluso un cocinero principiante puede manejar:

  1. Prepara la marinada - mezcla yogur natural, aceite de oliva, pimentón molido, ajo, cebolla, comino, cilantro, pimienta y sal. Añade unas gotas de jugo de limón para frescura.
  2. Corta la carne - idealmente en rodajas finas para que se cocine bien.
  3. Marina la carne - idealmente durante la noche, pero al menos 2-3 horas.
  4. Ensarta la carne en brochetas - o colócala en un molde forrado con papel de hornear, idealmente para que las piezas queden una sobre otra formando una forma compacta.
  5. Hornea en el horno - aproximadamente 40 minutos a 180 °C, al final puedes hornear brevemente a una temperatura más alta para que la carne obtenga una superficie crujiente.

Si deseas que la carne se mantenga unida como un clásico cilindro de kebab, puedes ensartar las capas de carne en una brocheta larga de metal o madera y colocarla verticalmente usando, por ejemplo, dos papas como base. No es necesario, pero el resultado es muy atractivo.

¿Tortilla, pita o bollo? Cómo servir el kebab casero

El kebab tradicional se sirve ya sea en tortilla, en un bolsillo de pan (pita) o en un panecillo, a menudo acompañado de ensalada, tomate, cebolla y salsa. Kebab casero en tortilla es una elección ideal si buscas flexibilidad y facilidad de manejo al comer. Puedes comprar las tortillas, pero saben aún mejor si las haces tú mismo, solo con harina, agua, sal y una gota de aceite.

Una historia inspiradora de la práctica: una familia de Brno una vez preparó kebab casero para una barbacoa de tal manera que cada miembro tenía a su cargo una parte diferente: alguien la marinada, otro las tortillas, y otro las verduras. El resultado no solo fue una cena deliciosa, sino también una experiencia compartida. Y más aún, los niños, que generalmente evitan las verduras, esta vez hicieron su propio kebab envuelto y no escatimaron en verduras. Cuando uno mismo prepara la comida, generalmente le sabe mejor.

No olvides la salsa: aderezo que perfecciona el sabor

Un kebab sin salsa es como un pastel sin cobertura. Ya sea que prefieras una salsa de ajo, picante o una "salsa blanca" similar a tzatziki, vale la pena prepararla en casa. Puedes usar crema agria o yogur como base, sazonada con ajo, jugo de limón, sal, pimienta y hierbas picadas. Para una versión más picante, agrega harissa o pasta de chile.

Un consejo para un sabor extra es agregar un poco de pimentón ahumado molido o una pizca de comino. La salsa resultante es ideal no solo para kebabs, sino también como dip para verduras o papas asadas.

¿Variante vegetariana? Definitivamente sí

El kebab casero no tiene que ser solo de carne. La versión vegetariana o vegana es igualmente deliciosa si usas, por ejemplo, tempeh marinado, tofu o rodajas de berenjena y calabacín. Pueden ser marinados y horneados de la misma manera, y el resultado es un kebab con un sabor rico y una huella ecológica más baja. Las alternativas vegetales además suelen contener fibra y menos grasas saturadas, una elección ideal para aquellos que desean aligerar su dieta.

Las verduras en el kebab no tienen que ser solo un complemento, sino la estrella principal. Pimientos asados, cebolla caramelizada o remolacha rallada no solo aportan sabor, sino también color y textura.

¿Por qué hacer kebab en casa?

Es una pregunta que cualquiera puede hacerse. Si el kebab es tan accesible en la ciudad, ¿por qué molestarse en hacerlo en casa?

Hay varias razones. En primer lugar, el control sobre los ingredientes: sabes exactamente de dónde proviene la carne o las verduras, qué especias usas, cuánta sal o aceite añades. En segundo lugar, el kebab casero es a menudo más barato y más saludable, ya que no contiene grasas añadidas innecesarias, conservantes ni aceite quemado. Y en tercer lugar, simplemente es divertido. Preparar tu propio kebab es una actividad ideal para una tarde de fin de semana, ya sea solo, con la familia o con amigos.

Además, el kebab casero no es solo comida, es una experiencia. El aroma de las especias, la tortilla caliente, las verduras frescas y la salsa que gotea por la mano. Todo esto hace de una cena ordinaria un pequeño ritual festivo que une sabor y ambiente.

Según el diario británico The Guardian, el kebab casero se encuentra entre las recetas más buscadas en los libros de cocina en línea, y su popularidad también está creciendo entre los defensores de una alimentación saludable. No es de extrañar. Cuando se combinan sabor, calidad y diversión, surge algo realmente especial.

Entonces, ya sea que optes por kebab casero al horno, lo envuelvas en tu propia tortilla, o lo disfrutes en pan pita con una montaña de ensalada, siempre tendrás la certeza de que te has dado algo bueno, honesto y hecho con amor. Y eso es algo que no se puede comprar en ningún fast food.

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