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Tostadas gratinadas con jamón y queso al horno - un clásico que nunca falla

Hay días en los que uno simplemente no tiene tiempo o ganas de pasar horas en la cocina. Sin embargo, quiere comer bien, sabroso e idealmente sin compromisos innecesarios. Es precisamente en esos momentos cuando entran en juego las tostadas gratinadas con jamón y queso al horno – una receta sencilla que ha conquistado los corazones (y estómagos) de personas a lo largo de generaciones. Quizás las conozcas de la infancia, cuando las preparaba la abuela con pan casero y jamón sobrante del almuerzo del fin de semana. O tal vez las descubriste ya de adulto como un salvavidas rápido un lunes por la noche. Sea como sea, una cosa es segura: las tostadas al horno tienen su encanto.

¿Por qué precisamente tostadas al horno?

En una época en la que las cocinas modernas están equipadas con sandwicheras y tostadoras, a alguien le podría parecer un paso atrás gratinar tostadas en el horno. Pero es precisamente gracias al horno que las tostadas adquieren una superficie crujiente, una cocción uniforme y un queso gratinado suavemente, que en la sandwichera a menudo solo se derrite por los bordes.

Además, el horno ofrece espacio para la improvisación. Puedes elegir diferentes tipos de pan – clásico de molde, rústico de masa madre, integral o incluso sin gluten. Del mismo modo, se puede variar el relleno – desde el clásico de jamón y queso edam hasta versiones de lujo con jamón de Parma y queso brie. En combinación con el horneado, se crea una pequeña experiencia culinaria que es adecuada tanto para el desayuno como para una cena rápida.

Simplicidad que no cansa

La base de todo es un pan de calidad, buen jamón y un queso que se derrita maravillosamente. A diferencia de algunas recetas en internet que transforman las tostadas gratinadas en complejos sándwiches horneados con bechamel o huevo, la versión clásica funciona precisamente por su sencillez. Y lo mejor – la mayoría de los hogares tienen los ingredientes comunes en el refrigerador.

Claro, no es un plato para una cena de gala. Pero en muchos hogares es precisamente la tostada "simple" la que salva el día. Y cuando la sirves con una ensalada de vegetales frescos o una sopa, se convierte en una comida completa.

Pequeños trucos, gran diferencia

¿Qué hace que las tostadas gratinadas sean realmente buenas? Son los detalles. Por ejemplo, untar una fina capa de mantequilla o un buen dip de mostaza en el pan antes de añadir el jamón y el queso puede darle a la tostada una dimensión completamente diferente. Del mismo modo, si eres amante de la corteza crujiente, intenta poner las tostadas bajo el grill durante los últimos dos minutos.

Muchos también juran por la combinación de varios tipos de queso – por ejemplo, gouda y cheddar, o edam con un poco de queso azul. Las variaciones de queso pueden hacer de una receta simple una experiencia de sabor que deleita incluso a los paladares más exigentes. Y si deseas elevar tus tostadas a un nivel superior, añade una rodaja fina de tomate, albahaca fresca o aceitunas negras.

Inspiración práctica

Jana, madre de tres hijos de Olomouc, dice: “Hacemos tostadas gratinadas en casa casi todas las semanas. Mis hijos las preparan por sí mismos, cada uno tiene su combinación favorita. El más joven solo quiere jamón y queso, mientras que mi hijo mayor añade ajo y tomate. Es una comida ideal cuando llegamos tarde de las actividades – rápida, caliente y sin mucho desorden."

Y es precisamente una de las grandes ventajas de este plato – puedes involucrar a los niños en la preparación, o cada miembro de la familia puede hacer su versión de la tostada según su gusto. Además, es una forma inteligente de aprovechar los restos del refrigerador – un poco de jamón, un trozo de queso, medio pimiento que está perdiendo su frescura.

¿Cómo hacer las tostadas perfectas al horno?

La receta básica es realmente sencilla. Solo necesitas unas rebanadas de pan, jamón de calidad, queso fundido o duro y unos pocos minutos de tiempo.

Procedimiento:

  1. Precalienta el horno a 180–200 °C.
  2. Coloca las rebanadas de pan en una bandeja cubierta con papel de hornear.
  3. Unta cada rebanada con una fina capa de mantequilla o mostaza.
  4. Añade una rebanada de jamón y una rebanada de queso (o queso rallado).
  5. Si deseas, añade otros ingredientes – como una rodaja fina de tomate o cebolla.
  6. Cubre con otra rebanada de pan, que también puedes untar ligeramente con mantequilla.
  7. Hornea durante unos 10-15 minutos, hasta que el queso se derrita y el pan esté ligeramente dorado. Para una mayor crujiente, usa la función de grill al final.

Esta base se puede adaptar de muchas maneras, según el gusto, el estado de ánimo o el contenido actual de la despensa. Y aunque pueda parecer un plato simple, es precisamente en su variabilidad y disponibilidad donde reside su encanto.

¿Versión más saludable? ¡Sí, se puede!

Si cuidas tu alimentación o buscas alternativas más saludables, también aquí se pueden hacer ajustes. Opta por pan integral o de masa madre, elige jamón con menor contenido de sal y un queso de calidad con mayor contenido de proteínas. En lugar de mantequilla, puedes usar un paté de aguacate o hummus como base suave. ¿Y las verduras? Puedes añadirlas tanto dentro como al lado en el plato – rúcula, espinacas, pimiento o tomates complementarán perfectamente el sabor y los colores.

Las personas con una dieta sin lactosa pueden optar por alternativas vegetales de queso y mantequilla, que hoy en día se encuentran comúnmente en tiendas especializadas en alimentación saludable. Y la versión vegana de las tostadas tampoco es un problema – los jamones y quesos vegetales existen en variantes sabrosas y combinados con hierbas crean una alternativa interesante.

Más que solo una comida rápida

Las tostadas gratinadas con jamón y queso no son solo una comida rápida para una noche cualquiera. También son una oportunidad para pasar tiempo en familia, para usar los restos de comida de manera significativa y para cocinar algo reconfortante sin mucho esfuerzo. En estos tiempos, cuando a menudo se olvidan las alegrías simples, puede ser precisamente la tostada común un recordatorio de que el sabor de la comida casera no tiene que ser complicado.

Además, hay algo muy reconfortante en el aroma del queso derretido y el pan tostado saliendo del horno. Es el aroma del hogar, de la acogida y la tranquilidad. Ya sea que la comas en pijama viendo una película nocturna o en un desayuno de fin de semana con amigos, la tostada es un pequeño tesoro culinario que tiene su lugar en cada cocina.

Y como dice el chef británico Jamie Oliver: "Una comida sencilla, bien hecha, es a menudo la mejor comida que puedes tener."

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