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Aroma de verano en un frasco - quesos en conserva como delicatessen casera

Cuando se habla de encurtidos, la mayoría de las personas piensa en pepinillos, remolachas o utopenc. Sin embargo, en los últimos años, los quesos en conserva han ganado popularidad: una delicia que combina la cremosidad de los productos lácteos con el aroma picante de hierbas, ajo y aceite de calidad. Solo se necesitan unos pocos ingredientes simples y un poco de paciencia para preparar en casa un manjar que será un éxito en una fiesta o en una tranquila reunión en la terraza.

El interés por los quesos en conserva también ha crecido porque encajan perfectamente en el concepto de hogar sostenible. Son fáciles de conservar, se pueden preparar con ingredientes locales y su elaboración no requiere equipos especiales. Además, son una excelente manera de utilizar restos de quesos más duros que de otro modo se desperdiciarían. Ya sea que te inspires en una receta de la popular revista Apetit o crees tu propio mix de quesos en conserva, el resultado probablemente te sorprenderá gratamente.

¿Qué quesos son adecuados para conservar?

Cuando te embarques en la preparación de queso en conserva, el primer paso es elegir el queso adecuado. No todos los tipos son aptos para el aceite; lo ideal es un queso más firme, semiduro a duro que no se desmorone y, por el contrario, absorba bien todos los sabores de la marinada. Aquí hay varias opciones excelentes. Por ejemplo, Hermelín o camembert: estos quesos cremosos y suavemente madurados son una delicia en aceite y, después de unos días, obtienen un toque picante agradable.

Para los amantes de los sabores más salados, están el queso balcánico o feta, que combinan bien con aceitunas, tomates secos y una variedad de hierbas mediterráneas; esta combinación nunca decepciona. Si prefieres algo más duro que dure más en la marinada, puedes optar por edam, gouda o cheddar; estos quesos combinan bien incluso con ingredientes más picantes, como chile o mostaza de Dijon. Y luego, por supuesto, están los quesos ahumados, que son una categoría en sí mismos: ya tienen suficiente carácter, pero cuando se marinan con un poco de ajo, cebolla y especias aromáticas, se convierten en una verdadera delicia.

Es posible combinar diferentes tipos y crear así un mix de quesos en conserva que satisfaga diversos gustos. Por ejemplo, un frasco puede contener rodajas de edam, trozos de queso ahumado y hermelín, cada capa complementada con diferentes especias, creando un verdadero concierto de sabores.

El secreto del sabor radica en la marinada

Lo que hace que los quesos en conserva en aceite sean tan especiales es precisamente la marinada. No solo prolonga su durabilidad, sino que también aporta carácter al resultado final. La base suele ser un aceite vegetal de calidad: generalmente de girasol o colza para un sabor neutro, o de oliva para un toque mediterráneo.

Para darle a los quesos un verdadero toque, no debería faltar en el frasco cebolla o ajo recién picados, preferiblemente triturados, para darles un buen aroma. A quienes les gusta un poco de picante, pueden optar por chiles o jalapeños. Y para que el sabor tenga más matices, agrega algunas ramitas de tomillo, romero o incluso una hoja de laurel con pimienta de Jamaica. Y finalmente, no puede faltar el clásico: pimienta y semillas de mostaza, que unen todo maravillosamente.

Cada receta de queso en conserva puede ser original. Mucho depende de la proporción de ingredientes, las especias elegidas y la duración de la marinada, que según el tipo de queso utilizado, puede variar de tres días a dos semanas.

¿Una receta? Mejor tener tres

No es casualidad que circulen expresiones como “quesos en conserva receta Apetit” o “queso en conserva casero como en el bar”. Cada receta tiene su encanto. Algunos prefieren la versión con hermelín y cebolla, otros se inclinan por el queso balcánico con aceitunas. Aquí hay una receta sencilla de quesos en conserva en aceite, que puedes adaptar a tu gusto:

Hermelín casero en conserva con ajo

Ingredientes:

  • 4 unidades de hermelín
  • 1 cebolla roja
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 cucharadita de semillas de mostaza
  • 1/2 cucharadita de chile triturado (opcional)
  • 3 hojas de laurel
  • varias semillas de pimienta negra
  • varias ramitas de tomillo o romero
  • 300 ml de aceite de girasol u oliva

Instrucciones:

  1. Corta el hermelín en mitades o cuartos. Pela la cebolla y el ajo y córtalos en rodajas finas.
  2. En un frasco limpio, coloca capas de queso, cebolla, ajo y especias. Espolvorea cada capa ligeramente con hierbas y especias.
  3. Finalmente, vierte aceite sobre todo para que todos los ingredientes queden sumergidos.
  4. Cierra el frasco y deja reposar en el refrigerador al menos 4-5 días, idealmente una semana.

El resultado es excelente con pan fresco, verduras frescas o como complemento de vino o cerveza. Y si te apetece algo un poco diferente, puedes crear tu propio mix de quesos en conserva receta: solo necesitas combinar diferentes tipos de quesos y ajustar las especias a tu gusto.

Historia práctica: el éxito del queso en una boda

En una pequeña boda de verano en el sur de Bohemia, decidieron reemplazar el buffet clásico con un refrigerio inusual. Junto al pan casero, untables de verduras y brochetas de frutas, aparecieron tres frascos con la etiqueta “Bar de Quesos”. En uno había hermelín con cebolla, en otro cheddar con jalapeño y en el último una mezcla de queso balcánico con aceitunas y tomates secos. Los invitados podían servirse a su gusto y las combinaciones de sabores recibieron elogios instantáneos. “Tengo que probar esto en casa”, comentó uno de los invitados mientras tomaba su tercera rebanada de pan.

Esta historia demuestra que los quesos en conserva no solo son una delicatessen casera, sino que también pueden convertirse en un elemento original en ocasiones festivas. Además, se pueden preparar con anticipación, por lo que los anfitriones no tienen que preocuparse en el último momento.

Sostenibilidad y producción casera

Hoy en día, cuando más personas intentan reducir el uso de envases, minimizar el desperdicio de alimentos y apoyar la economía local, los quesos en conserva caseros representan un paso ideal hacia una cocina más sostenible. Se pueden almacenar en frascos reutilizables y preparar con ingredientes locales. Además, son un excelente regalo: un bonito frasco, una etiqueta escrita a mano y una delicia casera pueden sustituir fácilmente un regalo comprado que a menudo termina sin ser utilizado.

¿Y cuánto duran? Si el queso está completamente sumergido en aceite, se conserva en frío y la verdura utilizada es fresca, su duración puede ser de varias semanas. Pero seamos honestos: rara vez duran tanto, ya que generalmente se consumen mucho antes.

Inspiración de Apetit y fantasía propia

Una de las búsquedas frecuentes es “queso en conserva receta Apetit”, y no es de extrañar: la revista Apetit inspira desde hace tiempo a la creatividad culinaria casera. Sus recetas están probadas, bien equilibradas y a menudo combinan lo clásico con un enfoque moderno. Pero si tienes ganas de experimentar, no hay nada más fácil que crear tu propia versión. Agrega tomates secos, aceitunas, nueces o incluso una ramita de lavanda: las posibilidades son casi infinitas.

Como dice el conocido chef francés Auguste Escoffier: “Cocinar es un arte, pero también una alegría cotidiana." Y precisamente los quesos en conserva encarnan perfectamente esta idea: preparación sencilla, espacio para la creatividad y un resultado que deleita todos los sentidos.

Así que, ya sea que te inspires en la clásica receta de hermelín en conserva o crees tu propio mix de quesos en aceite, una cosa es segura: esta delicia pronto se convertirá en un habitual en tu refrigerador.

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